Enguera monitorizará en tiempo real sus emisiones de gases de efecto invernadero

Enguera, comprometida con la conservación y gestión de su patrimonio natural, será pionera en el establecimiento de un proyecto para motorizar en tiempo real sus emisiones de gases de efecto invernadero.

El proyecto consta de tres fases. La primera consistirá en el cálculo de la huella de dióxido de carbono que tiene el propio Ayuntamiento en relación a su actividad, inscribiéndola en el registro estatal de huella de carbono y permitiendo, con ello, abrir la puerta a proyectos de compensación de emisiones de gases de efecto invernadero promovidos por entidades que desean compensar su huella de carbono en el mercado voluntario.

La segunda fase consistirá en la revisión y adaptación de los compromisos adquiridos en el PACES, documento técnico que guía la actuación municipal para canalizar las inversiones en mitigación y adaptación al cambio climático, priorizando las medidas más efectivas y realizando un cálculo del coste/beneficio de cada actuación.

La tercera, será la integración de las dos fases anteriores en una aplicación informática interactiva que permita el seguimiento del proyecto, que estará abierta a toda la ciudadanía, y que permitirá seguir de forma fácil e intuitiva los progresos que realiza el Consistorio.

La alcaldesa, Matilde Marín, ha destacado que el proyecto «permitirá visibilizar la importancia del municipio como stock de dióxido de carbono debido a la importante masa forestal que conserva, aunque se debe rejuvenecer para que pueda ser un mayor sumidero del gas».

Asimismo, Miguel Juan, concejal de la corporación, también ha querido señalar que «la Ley de cambio climático valenciana abre la puerta a la compensación de CO2 entre zonas urbanas y rurales, por lo que tener cuantificada con una metodología avalada el balance de CO2 será muy importante para poder demostrar y exigir una compensación».

La alcaldesa ha querido resaltar el importante esfuerzo que realiza el Ayuntamiento en la conservación de su bosque. «Hemos recuperado la extracción sostenible de madera y biomasa de nuestros bosques, invertido más de 300.000 euros en prevención de incendios forestales y no se ha producido ningún desastre ambiental como se vaticinaba por algunos sectores. Más bien al contrario, conservación y gestión sostenible son un ente indisoluble».

«La sociedad urbana debe entender que son los territorios rurales y su actividad los que aportan los servicios ambientales al conjunto de la población y deben ser reconocidos y compensados. El cambio climático abre nuevas perspectivas para este reconocimiento y valorar en su justa medida el esfuerzo que se realiza desde los municipios de interior al bienestar general», ha subrayado Marín.

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