El abad de Xàtiva y vicario de la Vicaría Territorial VI, delante de la Colegiata de Santa María. B.G.

«La expresión popular de la calle no tiene sentido si antes no lo hemos celebrado en el templo»

El abad de Xàtiva, Camilo Bardisa, celebrará su primera Semana Santa al frente de la Colegiata de Santa María

B. González

Xàtiva

Jueves, 21 de marzo 2024, 15:56

Lleva cinco meses en Xàtiva como nuevo abad de la Colegiata de Santa María, sustituyendo a José Canet y el padre Camilo Bardisa asegura que aún está descubriendo a la ciudad y a la  feligresía. Después de participar en actos falleros como la ofrenda a la Mare de Déu y la procesión de San José, se adentra con ganas a lo que será su primera Semana Santa en la capital de la Costera.

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Está contento por la acogida que ha tenido en la ciudad, que no le es del todo desconocida, puesto que entre 1995 y 1998 fue formador en el Seminario Menor, pero reconoce que «no solía pasar más allá de la vía del tren». En estos meses que lleva, asegura estar muy a gusto «por la gente y por la ciudad, que es muy viva, todas  las semanas se celebra algo» y percibe unas «buenas vibraciones».

Tras las fiestas navideñas, se prepara para una Semana Santa de Xàtiva que desconoce, pero de la que sabe que es una de las más importantes de la Comunitat, «por el número de cofradías y por la riqueza y también las personas que hay detrás. Tenemos la suerte de que está la Hermandad de Cofradías con su junta rectora que trabaja mucho». «Tengo ganas de vivirla y participar de ella», asegura.

Y es que para el nuevo abad participar y estar con la gente es fundamental. «Si no conoces a la gente, si no estás con ellos, no conoces cuáles son sus preocupaciones y puedes darle las repuestas, ese perdón, esa esperanza o ese consuelo que tenemos  la obligación de darles».

En ese sentido y en el contexto de Semana Santa, Camilo Bardisa recuerda la importancia de los actos litúrgicos y no sólo de las procesiones. «Todo lo que vivimos en la calle, la expresión popular, tiene sentido si antes lo hemos celebrado en el templo. El acto litúrgico es lo que da sentido y es lo importante y luego salimos a la calle y lo expresamos al pueblo», subraya.

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No obstante, invita a todas a participar de cualquier forma en estos días venideros. «Los que puedan participar en la calle, que participen; los que quieren ver algo que les va a tocar el corazón, pónganse en las aceras, vaya, vean. Pero si pueden vivir también en el interior los actos litúrigcos que no dejen de celebrarlo en sus respectivas parroquias».

Cuidar a los feligreses

Y es que el abad de la Seu es consciente de que la relación con la iglesia, con Dios o con la religión ha cambiado. Son muchos menos los sacramentos que celebran. «Hay aún personas que siguen viniendo, por convencimiento y por fe, para los momentos trascendentales de sus vidas. Pero otros lo hace por tradición, por el sentir general. Aún así, hay que seguir cuidando todo eso porque para unirse a Dios a veces sólo bansta estar unido por un hilito y ese hilito hay que cuidarlo y, si es posible, tenemos que fortalecerlo», añade.

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Con respecto al patrimonio eclesiástico del municipio, explica que el principal problema es el mantenimiento y la falta de recursos, pero en lo que se refiere a actuaciones urgentes no hay de momento ninguna. «Estamos en contacto con el arquitecto y con el Ayuntamiento para ponernos al día en lo que a normativa se refiere para saber cómo tenemos que actuar».

Una amplia Vicaría

Pero además de abad de la Seu, Camilo es vicario episcopal territorial de la Vicaría VI que agrupa a Alcoi, Ontinyent y Xàtiva, lo que abarca a una población de 280.000 personas y la coordinación de 120 sacerdotes. «Es una macrovicaría que abarca muchos pueblos, más grande que muchas diócesis españolas, y que se cubre con paciencia y como se puede. Es verdad que ahora es más fácil con las nuevas tecnologías que nos permite estar en contacto desde cualquier parte».

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Al igual que está conociendo Xàtiva, le queda por conocer y visitar municipios de la Vicaría entre ellos Bocairent. No pudo asistir al acto de bienvenida de las nuevas moradoras del convento y es algo que tiene aún pendiente, pero es consciente de la importancia que para la Iglesia en general supone el renacer de este monasterio, pero también para el pueblo. «Se puede tener más o menos fe, pero no se puede dejar de reconocer el bien que este acontecimiento hace al pueblo», asegura.

El padre Camilo anteriormente estaba destinado a Sagunto y aunque allí ejercía su sacerdocio muy a gusto, como alcoiano que es, el hecho de estar destinado en Xàtiva, le permite estar más cerca de casa, de su familia, y no le importa el peso que es consciente que supone el cargo de abad de la Colegiata de Xàtiva.

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