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B. González
Xàtiva
Jueves, 9 de mayo 2024, 12:02
Los padres y madres del colegio Gonzalbes Vera de Xàtiva, en pleno centro de la ciudad, dicen 'basta'. Basta a la situación que sus hijos, 250 niños y niñas de Infantil y Primaria, viven diariamente desde que entran a las 9 de la mañana a clase.
El problema está en los jardines públicos aledaños al centro, Jardí de la Pau, donde se reúnen un grupo de individuos, alguno de ellos indigente, a beber y a consumir otro tipo de sustancias. «Nuestros hijos están oliendo a marihuana mientras están en el recreo», asegura el presidente de la Ampa Juan Pedro López, quien recuerda que lo único que divide el centro con el jardín es una verja tras la que pueden ver a las personas ebrias y «con otros síntomas».
«Los niños son protagonistas de gritos o pelease incluso están comiendo el bocadillo junto a los excrementos que dejan en la propia verja donde incluso defecan», lamenta.
Esta situación no es algo puntual, esta asociación ya comunicó al Ayuntamiento a través de un escrito, junto con otro presentado por la misma dirección del centro, la problemática que se vive día tras día en las inmediaciones del centro, sin haber tenido ninguna respuesta.
La gota que ha colmado el vaso ha sido cuando ya incluso el lugar se ha convertido casi en una acampada, con colchón incluido. «Mis hijos me han preguntado que por qué ese hombre estaba durmiendo ahí y ya está bien de que tengan que presenciar estas situaciones indignas», subraya.
Es más, temen que pueda ocurrir alguna desgracia, cómo que durante alguna de las peleas que protagonizan puedan lanzar al patio botellas o cristales y algún menor pueda salir herido.
Reconocen que siempre que han llamado a la Policía Local han acudido los agentes, pero sólo puede identificarles y disuadirles en el momento, pero que a las horas vuelven a reunirse. Pero consideran que desde el Ayuntamiento, desde Servicios Sociales, pueden hacer algo más para buscar una solución. «Sabemos que tiene las herramientas para que se puedan movilizar de este lugar, porque ya lo han hecho de otros parques y tienen que hacerlo porque estamos hablando que el problema está en la puerta de un colegio», manifiesta el representante de los padres.
Desde la Ampa recuerdan que la ley prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, y la tenencia ilícita de estupefacientes, drogas o sustancias psicotrópicas aunque no estén destinados al tráfico. Por lo que entienden que desde la administración local se puede hacer más por solucionar este problema.
Un problema que no es nuevo y que ya denunciaron los vecinos de la zona, que crearon la plataforma 'SOS Jardí de la Pau' hace cinco años. Exponían todo lo dicho por los padres del colegio, que también llegaron a participar en la recogida de firmas que realizaron.
Los vecinos denunciaron que las personas que allí se congregan, incumplen todas las ordenanzas en cuanto a ruidos, por peleas y gritos incluso por la noche y la madrugada; de consumo de alcohol y estupefacientes; por suciedad en la vía pública, con botellas, colillas y todo tipo de enseres tirados en el parque.
En su momento, los vecinos pudieron reunirse con los representantes municipales que se comprometieron a buscar una solución. Cuatro años después, la situación vuelve a ser la misma.
Desde el Ayuntamiento dicen entender las quejas de la Ampa y se comprometen a redoblar los esfuerzos para reducir lo máximo posible esta situación, intensificando la coordinación de acciones entre Policía Local, Bienestar Social y Policía Nacional.
No obstante, aseguran que la Policía Local ha denunciado a una de las personas causantes de la situación hasta en nueve ocasiones y que han realizado más de 14 intervenciones, donde se han retirado varios utensilios y decomisado alcohol.
Son faltas administrativas que no pueden derivarse a la jurisdicción penal, aseguran desde el Consistorio y recuerdan que los agentes no pueden desalojar a nadie de un espacio público sin una causa que «habilite» esa acción de desalojo y que el ordenamiento jurídico español garantiza el derecho a la libre circulación de las personas.
Las denuncias, que ya se venían produciendo por redes sociales, parece que han surtido efecto al menos este jueves. LAS PROVINCIAS ha podido comprobar a la hora del recreo, 11:15 horas, en el lugar no había rastro ni de personas ni de suciedad. De hecho, un operario se encontraba limpiando el jardín con maquinaria y junto a la verja del centro, tras la que los niños disfrutaban de su tiempo de esparcimiento, sólo quedaba al olor a orín.
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