A. Talavera
Alzira
Viernes, 5 de abril 2024, 13:20
El Ayuntamiento de L'Énova ha adquirido dos inmuebles del barrio de Sanç, el molino y el antiguo horno, gracias a una subvención de 470.000 euros del Pla Conviure. El objetivo es actuar en todo el entorno de este barrio que conserva el entramado de época medieval para mejorar su aspecto y conseguir integrarlo en el municipio aportando más servicios.
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La zona urbana de este barrio se encuentra muy degradada, sin aceras ni viales por lo que el Ayuntamiento licitará este mes las obras para que a finales de año estén acabadas.
El objetivo de esta subvención que se entrega a entidades locales es la adecuación del entorno construido en municipios de la Comunitat Valenciana. En este caso se realizarán obras de rehabilitación, renovación, ampliación así como una adecuación del entorno construido mediante la actuación en espacios públicos como calles, plazas o zonas de esparcimiento y recreo. Finalmente se redactará una estrategia local de rehabilitación del entorno construido.
«Primero vamos a actuar alrededor de estos edificios para integrarlos y que mejora la imagen de este barrio. Más adelante recuperaremos los edificios que tienen un gran valor», ha explicado el alcalde de l'Énova, Tomás Giner.
El molino de Sanç es el primero que hubo en el término de L'Énova y fue construido en 1348, por privilegio real otorgado por Pedro II el Ceremonioso (IV de Aragón) al señor de Sanç, Bernat Sanç, hijo de Berenguer Sanç. Aunque el edificio ha sufrido varias modificaciones sigue manteniendo su esencia junto a la acequia.
El otro edificio es un antiguo horno que data del siglo XV y que hasta hace unas décadas estuvo en funcionamiento. Pertenecía a los hermanos Ferrer, familia noble de Xàtiva y tiene elementos de la época islámica.
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«Tenemos previsto hacer una reforma integral del horno y que en un futuro sirva para hacer exposiciones y que pueda funcionar», ha añadido Giner. El objetivo es que el patrimonio que se mantiene en la zona del Sanç se integre creando también una pasarela sobre la acequia para facilitar el acceso a la zona de paseo.
Primero se realizarán algunas catas arqueológicas ya que gracias al georradar se ha descubierto que en subsuelo hay elementos que pueden ser de importancia histórica. Uno de ellos, según los técnicos, es el pozo de Jaume I que estuvo en funcionamiento hasta los años 80 y ahora se recuperaría de forma simbólica.
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El Ayuntamiento plantea una actuación de gran envergadura para conservar el patrimonio de l'Énova adecuando el espacio urbano a las nuevas necesidades del municipio.
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