Antella blinda el acceso al azud los fines de semana al no poder controlar el aforo

"No hay otro sistema para controlarlo y evitar aglomeraciones", asegura el alcalde en funcionales, Josep Antoni Juan. El pasado fin de semana él mismo comprobó como, a pesar de llevar cerrado el azud desde el 17 de julio, no paraba de llegar gente dispuesta a pasar el día al sol.

El cierre provoca que muchos de estos visitantes busquen otros puntos río arriba para disfrutar del baño. Zonas que no están habilitadas y donde se producen aglomeraciones al no existir ninguna vigilancia.

"El baño en el río no está prohibido y mucha gente va a un punto del término frente a Sumacàrcer. Es imposible de controlar el acceso", lamenta el alcalde.

Este verano, una vez más, el Ayuntamiento de Antella solicitó refuerzos a la delegación del Gobierno y a la Policía Autonómica ya que con sus agentes de Policía Local les resulta imposible vigilar todo el término. Pero la respuesta de las administraciones fue una vez más la misma, no cuentan con suficientes efectivos para destinar a esta zona de la Ribera.

Las aglomeraciones junto al río Júcar generan malestar entre los vecinos de Antella ya que ven como se cierra el azud para evitar precisamente estas situaciones y se siguen dando. Además, en estos puntos no hay lugares habilitados para aparcar y se dejan los coches en parcelas rurales causando problemas a los agricultores.

El paraje permanece cerrado durante el día los sábados y los domingo y a partir de las seis de la tarde se abre el acceso ya que son horas en las que la afluencia es mínima y la mayoría de personas que acuden son del municipio.

El azud de Antella es uno de los destinos de baño de interior más concurridos de la provincia de Valencia y hasta allí se desplazan personas de todos los puntos para realizar picnics.