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A. Talavera
Miércoles, 23 de febrero 2022, 13:46
En los últimos días han comenzado a desaparecer rejillas y tapas del alcantarillado en algunas calles de Cullera. Los ladrones amplían su radio de acción y no se limitan a robar en viviendas o vehículos, ahora también estos elementos de la vía pública son objeto de deseo. Y es que estas rejas se venden al peso para aprovechar el hierro que tienen.
El Ayuntamiento de Cullera ha alertado de esta nueva moda que afecta principalmente a zonas poco habitadas durante el invierno como lo son l'Estany, el Marenyet y el Dosel. Se ha solicitado la colaboración ciudadana para avisar a la Policía Local o la Guardia Civil si alguien observa a una persona cogiendo estas tapas.
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Además del coste que supone para el municipio reponer estos materiales, el principal problema es que es un riesgo para los peatones que pueden sufrir accidentes si meten el pie en el agujero mientras caminan por la calle.
Este problema ya se vivió hace un tiempo en la ciudad vecina de Sueca. Durante las noches, los ladrones aprovechaban para llevarse las tapas de las alcantarillas e incluso algunos bolardos. Por suerte, en septiembre se detuvo al causante que fue pillado in fraganti por un vecino. De ahí que en Cullera apelen a la colaboración de los ciudadanos para dar cuanto antes con el ladrón de alcantarillas.
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