Lluna Hervàs, futuro del ciclismo femenino valenciano

El ciclismo valenciano tiene un futuro prometedor ya que son muchos los jóvenes que destacan en las competiciones nacionales más importantes. Una de ellas es Lluna Hervàs que, pese a los imprevistos de la última temporada, ha conseguido varios podios en las pruebas más exigentes.

Primera clasificada de la general en la Copa Manrubia, oro en el Challenge Ciclista Cadete Provincia de Salamanca, segundo puesto en la Copa de España en Noja o tercera en Jarama, Madrid, son algunos de sus logros de la temporada que acaba de finalizar. "Ha sido una temporada llena de incidentes, averías, caídas, y no he podido demostrar lo que soy realmente", comenta esta joven de Carlet que puede llegar todavía mucho más alto.

Y es que Lluna tiene muy claro su sueño que no es otro que llegar a ser profesional del ciclismo aunque es consciente de las dificultades. "Ojalá llegué a serlo pero hay que ir poco a poco para conseguirlo. Me encanta este mundo pero si los estudios no van bien tendré que parar, pero nunca de entrenar y de subirme a la bicicleta ", comenta la deportista.

Pese a su juventud, tan sólo 16 años, demuestra su madurez en cada una de sus palabras y está muy centrada en sus prioridades, aspectos clave para ser una gran deportista. "Lo ideal sería llegar a profesional y estudiar Filología Hispánica. Ir a Italia a ser profesora de español y seguir con el ciclismo porque allí hay mucho nivel", relata Lluna que es miembro del equipo Hyundai Koryo Car de Sedaví. Como en muchos otros deportes y, sobre todo, los femeninos, vivir del ciclismo es muy difícil de ahí que la joven piense en la necesidad de forjarse un futuro también fuera de las carreteras.

Ahora está centrada en el ciclocross, donde competirá con el equipo de su pueblo el VeloClub Carlet, y a corto plazo se prepara para luchar por la Copa España. "Mi intención en la temporada próxima es conseguir buenas posiciones en júnior para abrirme paso para sub23", avanza la ciclista. Para ello dedica muchas horas de entrenamiento durante la semana que compagina con el Bachiller que acaba de comenzar y las clases de italiano.

Lluna empezó con 9 años gracias a la afición a la bici de su padre y sus tíos. "Al principio cuando me despertaba mi padre para rodar yo me hacía la dormida porque no me gustaba", recuerda la carletina. Mucho ha llovido desde entonces y ahora es incapaz de despegarse de su bicicleta gracias a ver que el esfuerzo da resultado. Un esfuerzo que puede llevarla, en un futuro no muy lejano, a estar entre los mejores del ciclismo español.

• Temas
• Ciclismo
• Carlet