Punto y final a las Fallas del Covid

Este ejercicio ha estado marcado por la incertidumbre y las restricciones aunque finalmente se ha podido celebrar dentro de la conocida como nueva normalidad.

Las llamas empezaron a devorar los doce monumentos plantados en Alzira a las nueve de la noche. Una 'nit de la cremà' mucho más corta y tranquila de lo que es habitual en esta ciudad que ostenta el título de ser la segunda con más monumentos. Sin embargo, en esta ocasión sólo han sido seis comisiones las que han participado activamente de la fiesta y por ello la organización de este último acto ha sido más sencillo para los bomberos. La última en arder fue la ganadora, El Mercat.

Unas fiestas diferentes pero muy intensas para los falleros que llevaban más de dos años y medio esperando a colocarse sus mejores galas y desfilar por las calles para olvidar el calvario sufrido desde el señalado marzo de 2020.

«Hemos acertado celebrándolas en estas fechas y han sido unas Fallas históricas y aunque con menos comisiones, muy multitudinarias porque han venido visitantes de otras ciudades. Estas fiestas son también una vacuna social para el pueblo que ha vuelto a sonreír y el balance es positivo también en lo económico«, destaca el concejal de Fiestas de Alzira, Xavi Pérez.

La emoción contenida durante tanto tiempo se pudo observar en la ofrenda a la Mare de Déu del Lluch, patrona de Alzira, que se celebró en la tarde de ayer.

Como previa a la cremà, se lanzó el último castillo de fuegos artificiales, una novedad de estas atípicas Fallas de Alzira que han contado con cuatro 'Nits del foc' debido a que las mascletaes se han tenido que reducir a cuatro.

Sueca también despidió sus fiestas falleras con la cremà de los monumentos y de la 'estoreta velleta' instalada en la plaza del ayuntamiento. Antes, las comisiones participantes realizaron la tradicional ofrenda a la patrona de la ciudad.

En Almussafes, la tercera de las localidades de la Ribera que han aprovechado el puente festivo para celebrar las Fallas, la llama se prendió a partir de las ocho de la tarde con los monumentos infantiles. A las nueve, y de forma escalonada, el fuego fue acabando con las tres fallas grandes.