Cultura no sabe si puede colocar los florones en el monasterio de Simat

La Conselleria de Cultura está supervisando el techo del monasterio de Santa María de la Valldigna para que los florones restaurados puedan regresar a su emplazamiento original. Los adornos llegaron a finales de 2018 a Simat donde permanecen guardados en un almacén listos para su colocación tras un largo proceso de restauración de más de tres años.

Ahora, todo apunta que aprovechando las obras de emergencia que se están realizando en el claustro y en la torre del campanario, podría ser el momento en que los florones volvieran a lucir en la bóveda de la nave central del cenobio.

Sin embargo, fuentes de la conselleria no han podido confirmar que se vayan a colocar porque en estos momentos se está comprobando «el buen estado de los puntos donde van los florones» aprovechando las obras de reparación «para prevenir los desprendimientos de adornos de escayola» que están en marcha desde hace unas semanas.

No obstante, desde Cultura si han matizado a LAS PROVINCIAS que en esta actuación se está también «estudiando que no haya humedad ni filtraciones desde el exterior» en el punto donde deben ir colocados. Del mismo modo, han añadido que «por ahora los resultados están siendo positivos», pero no han asegurado que tras esta supervisión se lleve a cabo la actuación.

Hasta que no haya confirmación oficial de que se van a instalar los florones existe cierta desconfianza de que el momento crucial para volver a ver brillar estas piezas ornamentales haya llegado ya. Y es que ha pasado una década desde que la Generalitat anunciara el regreso de los florones a Santa María de la Valldigna en febrero de 2011. Con las obras actuales, una grúa de grandes dimensiones ya está en el cenobio y podría servir para acceder a la bóveda y colocarlos.