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rocío escrihuela
Simat
Viernes, 5 de febrero 2021, 23:05
El regreso de los florones del siglo XVII al Monestir de Santa Maria de la Valldigna va camino de convertirse en un capítulo eterno. A finales de 2018 estos elementos ornamentales regresaron a Simat tras un laborioso proceso de restauración que duró tres años, pero ahora más de 24 meses después, siguen guardados en un almacén del cenobio sin que la Conselleria de Cultura haya decidido hasta la fecha ponerlos en su lugar original, la bóveda de la nave central y crucero del templo.
Fue en febrero de 2011 cuando la Generalitat anunció que regresarían al edificio monacal ya que las piezas estaban en aquel entonces en la parroquia de Sant Joan Evangelista de Benifairó de la Valldigna. Ahora 10 años después el Monestir de Simat sigue esperando que estas piezas ornamentales luzcan en lo más alto del templo.
La elevada altura y la infraestructura necesaria para devolver a su lugar original los florones ha sido siempre la justificación que ha esgrimido Cultura en el retraso de la colocación. Sin embargo, ahora que se están realizando obras de emergencia en el Monestir y que permanece cerrado al público, el alcalde Víctor Mansanet espera que sea el momento.
El primer edil ha afirmado que la Generalitat aprovechará esta actuación para colocar también las piezas, pero sin embargo, no se muestra totalmente confiado en que sea así y ha ironizado con la tardanza: «cuando los pongan haremos una fiesta».
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