Los helados de las monjas clarisas de Gandia que «saben a gloria» y arrasan entre los clientes

La comunidad religiosa de las monjas clarisas del Real Monasterio de Santa Clara de Gandía (Valencia) ha comenzado este verano a vender helados artesanales que elaboran en su obrador como una ayuda para cubrir los gastos de mantenimiento del convento.

Se trata de una iniciativa que emprendieron a principios del mes de agosto con una buena acogida entre fieles y vecinos de la localidad, algo que les ha sorprendido. «Estos helados saben a gloria», ha asegurado uno de los clientes de estos dulces.

Visitantes y vecinos de Gandía han valorado positivamente la originalidad de esta iniciativa para «dar frescor a nuestra vida» en una zona costera. «Antes se vendían más las pastas, más pasteles, pues estas cosas tipo de repostería, pero helados la verdad es que es la primera vez que lo veo», cuenta una clienta. «Las felicito por tener esa iniciativa», dice otra.

«Yo cogí el helado de chocolate, crema de queso con arándanos y granizado de limón y estaba buenísimo», recuerda una vecina. «A mí el de almendra me encanta», subraya otro vecino, que detalla que además así «colaboro, porque somos vecinos y colabora con las monjas. Ese helado sabe a gloria», relata con una sonrisa en la boca.

Las hermanas clarisas de Gandía venden los granizados a 2 euros (también hay la opción de comprar envases de 1 litro y medio litro) «Es algo muy artesanal y muy auténtico. La avellana se ve, que es algo muy importante», cuentan con satisfacción con la compra en la mano.

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