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ó. de la dueña
Rafelcofer
Miércoles, 27 de enero 2021, 00:28
La remodelación integral del colegio Ausiàs March de Rafelcofer ha acabado con uno de los problemas que el centro arrastraba desde hace décadas. El frío se colaba en las aulas durante los meses de invierno ante un sistema de ventanas anticuado. La construcción del centro se llevó a cabo en los años 50 del siglo XX y había más de una veintena de ventanas con unos 70 años.
Esto generaba fugas pese a que el colegio cuenta con sistemas de calefacción. Las clases eran también de techos altos y sólo una escayola separaba el aula de la cubierta, por donde también se escapaba el calor de las clases.
La primera fase de los trabajos ha culminado, indicó ayer el alcalde de Rafelcofer, Josep Montserrat. El primer edil explicó que se ha actuado en la primera planta, donde se han cambiado los ventanales de «hierro, que eran del siglo pasado», logrando así la «eficiencia energética».
También se han reformado pasillos, baños y se han adecentado las aulas, con nuevas puertas. En junio se retomarán las obras, para acometer la segunda fase, en la planta baja, donde ahora están los alumnos de infantil, precisó.
Esta segunda fase durará tres meses, por lo que el colegio estrenará curso en septiembre con todas las instalaciones renovadas. En estos momentos, los alumnos de Infantil siguen en el colegio, pero los de Primaria están repartidos entre la Biblioteca y el Auditorio.
Montserrat explicó que se trata de una obra que ha sido ambiciosa, ya que en dos fases se renovará el colegio casi por completo. «También se ha instalado lana de roca, bajo de la cubierta, para conservar el calor en las aulas. En el tejado se han reparado algunos daños, ya que había humedades. El patio también se renovará«.
En la zona exterior hay espacios donde falta pavimento y puede ser peligroso. El Ayuntamiento impulsó la reforma del centro, con 667.000 euros del Pla Edificant del Consell.
Xurimara San Juan es la presidenta del AMPA de Rafelcofer y tiene hijos en el Ausiàs March. Dijo que las familias esperaban estas obras. «Es cierto que siempre se han hecho reparaciones, pero urgía una remodelación integral. Cada vez que llovía había goteras y era necesario repararlas». El patio también lleva años esperando una reforma «ya que hay zonas sin pavimentar».
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