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Uno de los azudes que Villalonga quiere conservar y la Confederación Hidrogràfica del Júcar derribar. LP

La CHJ refuerza su amenaza contra Villalonga para derribar los azudes del siglo XIX

La entidad dice que están en desuso y el alcalde Román Garrigós anuncia movilizaciones para conservar el patrimonio del río Serpis

Ó. DE LA DUEÑA

VILLALONGA

Martes, 7 de febrero 2023, 12:53

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no esconde su intención de derribar los históricos azudes que hay en el cauce del río Serpis en Villalonga y que son patrimonio hidráulico tanto de la población como de toda la Safor, ya que fueron el elemento clave para genera saltos de agua y generar energía para las emblemáticas fábricas de la luz del río que nace en Alcoi.

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El Ayuntamiento de Villalonga ya denunció hace unos días su malestar ante la intención de la CHJ de querer acabar con estas construcciones que son parte de la «vida y la tradición» de la población y la comarca, como precisó el alcalde Román Garrigós.

Pero la CHJ no se amilana y lo tiene claro: «Los azudes que pretende derribar la Confederación son azudes que no tienen titular y se encuentran en desuso, por lo que llevan años sin ningún tipo de mantenimiento y en consecuencia se encuentran deteriorados. Es por ello que puede resultar un peligro para la seguridad de las personas y de los bienes».

Pero este argumento se niega de forma rotunda desde Villalonga. «A los azudes no se puede acceder con facilidad, son construcciones de hace casi siglo y medio y están casi como el primer día. Algunos de ellos de grandes bloques de piedra, como se hacían las construcciones antes para que duraran siglos, como así ha ocurrido».

Desde la CHJ, añaden que, por otra parte, «el estado ecológico de la masa de agua en que se encuentran estos azudes de Villalonga, se ha valorado como 'peor que bueno', debiéndose al incumplimiento, entre otras causas, a la falta de continuidad del río por la presencia de azudes. Es por ello que se prevé su eliminación o permeabilización con pasos para peces en caso de que se encuentren en uso».

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Una fábrica de la luz junto al Serpis y dos azudes en peligro. LP

Pero, una vez más desde Villalonga se niega la mayor. «El agua discurre y es justamente en Villalonga donde nunca hay estancamiento. La CHJ lo que quiere es acabar con los azudes por motivos políticos y en Villalonga no lo vamos a consentir. Habrá movilizaciones si hace falta», ha sentenciado Garrigós.

La CHJ, en respuesta a porqué quieren derribar estas históricas construcciones que forman parte del paraje de la Vía Verde del Serpis, ha indicado que el 23 de febrero 2022 tuvo lugar una reunión en la sede de la Confederación con los Ayuntamientos de Lorcha y Villalonga «para tratar el asunto de los azudes sin uso y sin titular, acordándose que si los Ayuntamientos pretendían conservarlos, deberían presentar una solicitud asumiendo la titularidad y, asimismo, el compromiso de realizar un paso para peces».

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Así el Ayuntamiento de Villalonga, expresó su deseo de conservar los azudes Morú y Esclapissada. Por su parte, la Confederación procedería a la demolición del resto de azudes en desuso y sin titular. En cuanto al valor patrimonial de los azudes, señalar que se ha comunicado igualmente a Patrimonio de la Generalitat la intención del Organismo de eliminarlos, además de por objetivos ambientales, por cuestiones de seguridad de las personas, ya que estas infraestructuras al no tener un responsable, carecen del más mínimo mantenimiento.

«Contradicciones del Botànic»

Esto es justo algo que no conciben en Villalonga: «El gobierno de la Generalitat, con el PSPV y Compromís, está destinando dinero para reconstruir casas con menos de un siglo en muchas poblaciones de la Comunitat y aquí van a venir a demoler nuestros azudes con toda la historia que tienen y que forman parte de los complejos de las históricas fábricas de la luz. Las contradicciones del Botànic«.

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Así y con el objetivo de «salvaguardar la información patrimonial correspondiente, se ha realizado, por técnico competente, un estudio previo que documenta los elementos hidráulicos objeto de intervención, y se realizará seguimiento arqueológico de los trabajos de demolición».

«Asimismo, la demolición será parcial, afectando sólo a la zona central del azud, eliminando de esta manera la barrera física y restituyendo el perfil longitudinal del río. Así las cosas, se conservarán los estribos del azud, con el fin de preservar un testimonio de la arquitectura hidráulica de nuestro territorio, sin perjuicio de toda la documentación», concluye la CHJ.

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