ó. de la dueña
Gandia
Jueves, 8 de octubre 2020, 23:44
El río Serpis tardará, al menos, dos años en recuperar la fauna que ha perdido en sólo una semana por la falta de agua. El cierre de las compuertas del pantano de Beniarrès a principios de la pasada semana ha traído consigo la muerte de miles de peces en todo el tramo bajo del cauce.
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La situación entre el término de Villalonga y la desembocadura en Gandia del río que nace en Alcoi es crítica, ya que sobreviven unos pocos peces en las pozas de agua que quedan y que, en el mejor de los casos, alcanzan el medio metro de agua. Aún así falta oxígeno y siguen muriendo ejemplares.
En estos diez días han muerto miles de peces en el tramo bajo del Serpis, entre el azud de Carròs y Gandia. El barbo mediterráneo, la anguila o la 'raboseta' han sido algunas de las especies más afectadas. Todas ellas autóctonas y que se habían reproducido durante el último año ante el caudal constante.
El cauce del Serpis ha tenido agua desde septiembre de 2019, algo inusual en las últimas décadas, debido a las lluvias de este invierno. Esto ha favorecido que se multipliquen ejemplares de varias especies, sobre todo en primavera, que se han consolidado en verano.
Desde la Plataforma per la Defensa del Serpis, la secretaria, Virginia Garófano, indicó que el colectivo entiende "que harán falta, al menos, dos años para volver a una situación de fauna abundante como la que se ha perdido en sólo una semana".
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"Las especies se han reproducido durante un año. Han muerto juveniles, alevines y adultos. Tendrán que venir dos años con buen caudal para recuperar la situación de hace sólo una semana", precisó la doctora en Ciencias Ambientales.
Todo ello radica en que, aunque haya un flujo mínimo de caudal, "los ejemplares maduros tienen que volver a colonizar espacios del río y dejar otros donde están ahora, más arriba". La anguila puede desaparecer del tramo bajo. Este vertebrado necesita salir al mar para migrar a América donde se reproduce y regresa.
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Ayer ediles de varios municipios afectados por la mortandad de peces, como la de Gestión del Territorio de Gandia, Alícia Izquierdo, y la alcaldesa de Potries, reclamaron a la Confederación del Júcar que mantenga un nivel de agua para evitar la mortandad y un plan de gobernanza que garantice la conservación de la fauna.
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