42.195 metros a ciegas por Valencia

'Angel' ladra desafiante. «No le gustan las fotos», se disculpa Juan Antonio Menor mientras posa en la meta del Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP. La misma que espera alcanzar este domingo alrededor de tres horas y 45 minutos de escuchar el pistoletazo de salida. Lo hará como siempre a ciegas, con las directrices de Fernando, a quien cambiará durante ese espacio de tiempo por su perra guía. Como las 25 veces anteriores, acompasarán sus zancadas para demostrar que no hay ninguna barrera que impida hacer deporte.

Esto fue lo que se pretendió proclamar en el sencillo acto organizado con motivo del Día de las Personas con Discapacidad. En la fotografía posaron el presidente de la SD Correcaminos, Paco Borao, el director de la Fundación Trinidad Alfonso, Juan Miguel Gómez y sus sucesores. Sí, porque Héctor Cabrera, Kim López o Nagore Folgado han cogido el testigo de Juan Antonio Menor, paralímpico en Atlanta y mínima en Sidney, aunque se lo dejaron en casa.

«El Maratón de Valencia ha crecido una barbaridad. Logré la marca, 2:41, aquí y quedé el 68 en la general. Quedar en ese puesto con aquel registro es en la actualidad impensable», comenta Juan Antonio Menor, ciego a causa de una enfermedad degenerativa que padece desde la niñez. «Cuando fui a la ONCE empecé a practicar judo. Me dijeron que saliera a correr para coger fondo», detalla el corredor de 51 años.

Pero es que aquello de trotar le gustó tanto que empezó a acudir a las carreras populares. «No sé cuál fue la primera, pero entonces no había tantas como ahora. Hice el Pas Ras, la de Riba-roja, o el 10K de Meliana, que es el 9 d’Octubre», recuerda. Y conforme fue avanzando la enfermedad, al tiempo que conocía otros corredores, tomó consciencia de que debía buscarse un guía para seguir poniéndose el dorsal siempre que pudiera.

Conoció a Fernando, que quería hacer de guía y ahí están. «Normalmente hemos hecho carreras cortas, todas las del Circuito de Valencia, otras como la 10K, medios maratones... y el maratón», precisa Juan Antonio Menor. La de este domingo es un fijo en su calendario. Lleva corriendo desde 1993 y aparcó su afición en 2002. Regresó en 2018... y hasta la fecha. «Ahora ya soy un corredor más», precisa.

Y compite como tal: atrás quedaron los años en los que peleaba una mínima paralímpica, como la que consiguió antes de la desilusión de Sidney: «Se llevaron a otros cinco corredores que no tenían la marca y a mí me dejaron en casa». Ahora corre por disfrutar, y por servir de inspiración: «Si yo soy capaz de salir a correr sin ver, podemos decir a la gente que no hay barreras para hacer deporte». «En 2022 la intención es que hagamos dos maratones. Uno será seguro el de Valencia y el otro, posiblemente, en el extranjero, aunque tengo que cuadrar la agenda con el guía», concluye.

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