Plano general de una de las vistas hacia los bosques del Mas del Boix, en la Tinença de Beniffassa. TINENSADEBENIFASSA.COM

El bosque encantado del Mas del Boix

La Tinença de Benifassà ofrece varios recorridos para disfrutar de su frondosa flora mediterránea bajo la atenta mirada de buitres y cabras

Lourdes Martí

Valencia

Viernes, 8 de octubre 2021, 20:17

La Tinença de Benifassà es un paraíso desconocido para muchos. El parque natural se encuentra limítrofe con Aragón y Cataluña. Si vives lejos, que la distancia no te asuste. La ruta merece la pena. Esperan uno de los bosques más frondosos de la Comunitat que especialmente en otoño nos regala una paleta de colores espectaculares.

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Recorrido circular de unos cinco kilómetros que componen la espectacular ruta. WIKILOC

Si la flora no es suficiente atractivo, en la Tinença de Benifassà también se puede disfrutar de la fauna. Sólo hay que mirar al cielo para encontrar buitres y es habitual cruzarse con algún ejemplar de cabra montesa.

El parque natural ofrece cuatro rutas. Esta semana vamos a desgranar la amarilla que recorre el Mas del Boix, el de Cardona y la Font del Noto en un trazado circular.

Antes de bajar del coche, ataos bien las zapatillas y si sois de los que os gusta la fotografía, tened la máquina preparada pues en el mismo aparcamiento del Mas del Boix ya se pueden disfrutar de maravillosas vistas panorámicas de los bosques y montañas de la zona.

Área recreativa dentro del parque natural. WIKILOC

Nos advierten de que hay muchos desvíos a lo largo del camino, aunque perderse en lugares mágicos puede ser una idea seductora, es mejor que sigamos las indicaciones de la ruta amarilla que como hemos dicho antes es la que vamos a tomar. Dejaremos a un lado un área recreativa que será nuestro lugar de avituallamiento una vez hayamos completado los cinco kilómetros de recorrido.

La pista forestal nos llega hasta el Mas de Cardona. La zona norte de los restos de la construcción está completamente pegada a la montaña, el objetivo es protegerse de los vientos fríos del norte. Las setas son abundantes en esta zona y precisamente de este recurso, como de otro tipo de agricultura se alimentaban los habitantes de la zona. Las encinas nos marcan un camino hasta un barranco, el de la Galletera. Esta senda enlaza con el internacional GR-7 a su paso con Vallibona. Los pinos negral y silvestre forman parte ahora de nuestro paisaje.

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En el siguiente desvío hay que tomar la senda de la derecha que nos llevará a la Font del Noto. Está en la ladera y además de ofrecer de nuevo unas vistas dignas de inmortalizar, ofrece agua para la ganadería y actualmente también hay una reserva dentro del plan contra los incendios.

Desde este punto se puede observar a lo lejos una gran encina. Ahí termina la senda y nos vemos obligados a tomar la pista ascendente que nos llevará de vuelta a aquel merendero que nos espera para un delicioso almuerzo.

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Si quieres disfrutar el doble, puedes realizar la primera visita a pie y, una vez controlada la ruta, intentar bajar los tiempos corriendo.

Una ruta para disfrutar y dejarse llevar por los encantos de la naturaleza. LP
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