Calambres musculares: causas y soluciones

Muchos deportistas temen a un miedo en común; un miedo que en caso de producirse provoca dolores fuertes, tediosos y difíciles de paliar. Este miedo en común es nada menos que los tan odiados calambres musculares, con multitud de atletas que tienen que convivir muy a menudo con ellos.

Los calambres musculares consisten en la contracción del músculo de manera involuntaria, el cual se pone en tensión y puede llegar a producir impetuosos dolores amén de la incapacidad para relajarlo. Sin embargo, No todos los calambres son iguales o se originan por el mismo motivo. Existen los asociados al ejercicio, los cuales se producen durante la actividad física durante o posteriormente a esta, o los benignos idiopáticos de las piernas, que se suelen relacionar a los que suceden generalmente durante la noche.

Hay varias causas que se asocian directamente con estos irritantes problemas físicos. Como ya se indicó con anterioridad, una excesiva tensión del músculo y el forzarlo de manera relevante puede derivar en ciertos calambres. La falta de hidratación es otro factor a tener en cuenta. Una falta excesiva de líquidos puede contribuir a la contracción del músculo y que este no responda de una manera adecuada. La falta de ciertos minerales también pueden favorecer su aparición, lo que se puede solucionar incluyéndose en una dieta variada y saludable. La razón por la que pueden surgir calambres durante la noche puede ser por la idéntica postura durante horas y horas, dando lugar a calambres fortuitos, pero menos doloroso que surgen durante el ejercicio físico

Federic Aguilar, nutricionista deportivo, intenta dar con la clave del porqué se suceden estas impertinencias: «a nivel nutricional, la deshidratación y el desbalance electrolítico (sodio, potasio, magnesio) tenían algo que ver… Yo en consulta intento que mis deportistas vayan hidratados y que lleguen a las recomendaciones de estos electrolitos por tiempo.»

De todas maneras, explica que quizás tiene algo más que ver las alteraciones neuromusculares y la fatiga del músculo a la hora de explicar las causas de estos males. Algún porcentaje genético o la insuficiente preparación del músculo puede explicar la aparición de los calambres musculares.

También hace incidencia en algunos tipos de suplementos alimenticios que puedan prevenir los calambres, como es el jugo de pepinillo, que «disminuye el tiempo del calambre porque el ácido acético desencadena un reflejo en la zona orofaríngea que disminuye la sobreexcitación de las motoneuronas».

Es cierto que también existen un grupo de personas que tienden más a este tipo de males. Obviamente, los deportistas son los más propensos pero no los únicos. La gente más mayor suele padecer este tipo de dolencias debido a que, con el desgaste de los años, se le exija más al músculo y este tienda a perder resistencia y solidez.

Sí que se puede evitar, en cierto modo, de diferentes maneras. A la hora de realizar un ejercicio físico, es importante estirar previamente a este y también al finalizar, sobre todo si se va a realizar un esfuerzo considerable. Una buena dieta variada, donde se doten de gran importancia las verduras, frutas y frutos secos, también es vital para poder preparar al cuerpo ante el desgaste energético que se va a efectuar.

En conclusión, a nivel nutricional es importante controlar los niveles de hidratación y de los respectivos electrolitos, además de intentar no hacer un sobre esfuerzo en el músculo para no sobrecargarlo y evitar su respectivo tensamiento.

• Temas
• Dietética
• Fitness
• Alimentación