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Marcos Sánchez Burguete
Viernes, 11 de octubre 2024, 11:22
El Mas d'Ull de Canals es el punto de partida de la Ruta azul: Camino de aguas. Itinerario por la cabecera del Vinalopó en la Serra de Mariola. Al salir de la masía tomaremos la pista forestal que está a la izquierda. A unos 500 metros veremos el Barranc d'Ull de Canals, en un punto de unión de los términos municipales de Banyeres de Mariola y Bocairent.
A la izquierda podremos disfrutar de l'Ansarí, una zona de casitas con olivos y almendros al rededor. A la otra parte, veremos a lo alto, la Penya la Blasca. Los restos del castillo del Vinalopó se dejan ver a nuestro paso. La construcción se levantó en la cima de una colina.
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Por delante, 2,5 kilómetros hasta aparecer junto a La Borrera o Molí de la Campana. Esta edificación ha sufrido varias transformaciones. Para ello, hay que remontarse a 1712, porque en su nacimiento era un molino de harina, que casi cien años después se modificaría en un molino papelero y, ya entre los años 1855 y 1968, como último retoque, se utilizaría para el sector textil.
Una vez observado este reconvertido molino, los que continúen por esta envidiable travesía deberán seguir su trayecto paralelamente al río. Esto les permitirá disfrutar de todas las aves que sobrevuelan y campan sobre el bosque de ribera, compuesto por una enorme variedad de chopos, álamos y sauces.
Esto no termina aquí, ya que, tan solo unos 300 metros más adelante, podemos volver a encontrar ciertas edificaciones que nacieron como molinos de harina, en este caso denominados Molí de Baix y Molí de Dalt, ambos de finales del siglo XVIII, pero reconvertidos para la industria papelera siglos más tarde.
Para seguir con la ruta, hay que cruzar el río y adentrarse por un camino que cruza el corazón del bosque de la ribera. En esa orilla se encuentra una antigua acequia que nutría de agua a los distintos molinos y balsas que sobrevivieron a la orilla del río.
Las carrascas, sauces y diversas trepadoras harán de guardianes cuando tengamos que volver a cruzar el río para llegar a la Font de la Coveta. Este lugar, de aproximadamente dos metros de altura, se encuentra a la derecha de la ruta, y, sin desviarnos mucho, podemos encontrar un medidor de caudal, que tenía la función de regular y controlar adecuadamente el nivel del agua, teniendo en cuenta las existencias y las necesidades.
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A destacar es la polémica que se produce en torno a la ubicación exacta del río Vinalopó. Se ha tenido por costumbre marcar la Font de la Coveta, pese a que el agua realmente llega de Els Brulls, e incluso de una zona superior, que en este caso es el Mas de Bodí. Lo que sí se acaba creando aquí es un manantial de agua inagotable, lo que provoca que el río perdure. El cauce es de 92 kilómetros y recorre todas las comarcas porque su función era hacer funcionar las fábricas textiles y papeleras. Una vez cumplido este objetivo, el río acababa muriendo en Elche.
Una vez queramos volver al punto de partida y dar por terminada la ruta, deberemos encaminarnos por la pista forestal con destino a las fábricas, y, sin desviarnos ni distraernos, acabaremos de nuevo en las cercanías del Mas d'Ull de Canals.
En total, 6 kilómetros para disfrutar de uno de los parajes más bellos de nuestro territorio.
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