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Si buscas una ruta que puedas hacer con niños a la que también le puedas sumar exigencia con velocidad aprovechándote de sus desniveles, la vía verde del río Serpis es tu lugar.
La excursión, o la tirada, depende de cómo te lo tomes arranca a unos 260 metros de altura, en la antigua estación de L'Orxa, el coche se puede dejar cerca.
Tomaremos la vía verde que nos ocupará aproximadamente la mitad de los 15 kilómetros de esta ruta circular. Por el camino se podrá disfrutar de vistas al castillo siempre bajo la atenta mirada del río Serpis. La Font de los Goteros será la siguiente parada.
Desde este punto se pueden ver algunos de los túneles que de las vías que unían Gandia y Alcoi. Un ferrocarril que nos cuentan ayudó al desarrollo económico de estas poblaciones y sus comarcas.
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El impresionante assut de l'Infern o del Forn es otra de las maravillas que se pueden disfrutar durante este recorrido. En el lecho del Serpis se construyó este azud de lado a lado para desviar el agua a una gran acequia de grandes dimensiones que desembocaba en la fábrica de la llum. Cuenta con un salto de unos 30 metros y gracias a su fuerza se movían las turbinas para obtener electricidad. Su caudal aproximado es de cerca de 2.000 litros por segundo.
Tras cruzar uno de los puentes iniciamos el camino de regreso al punto de partida. Seguimos los pasos de la ruta Racó del Duc-Fábrica de l'Infern. Nuestro camino continúa hasta la Font de la Serquera. Aquí tomamos la intersección dejando atrás la vía verde.
Estamos ante quizás la parte más dura de la ruta. Nos adentramos en el bosque haciendo frente a una pendiente pronunciada que se prolonga durante 750 metros. Sin embargo esta dificultad no le resta ni un ápice de atractivo al recorrido, al contrario, quizás le suma una pizca de épica que aumenta la satisfacción al llegar al coche.
Al terminar, aparece una zona de aparcamiento desde donde arranca un sendero que lleva hasta un mirador. Estamos cerca del punto final que, en este caso, está situado en un albergue donde retomamos fuerzas con un almuerzo que nos hemos ganado.
Desde el desvío hay una pronunciada pendiente dentro del bosque. Un poco dura, pero muy bonita y dura casi 750 metros. Llegas a un parking y comienza un sendero forestal de subida hasta un mirador, con magníficas vistas. Desde el mirador comienza la bajada por un sendero sencillo, llegando finalmente al albergue del Serpis, donde se pueden retomar fuerzas después de la caminata o carrera.
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Fermín Apezteguia y Josemi Benítez (ilustraciones)
Iker Cortés | Madrid
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