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Ermita de la Virgen de la Milagrosa U.M.
Al trote hasta la Ermita de la Virgen de la Milagrosa en el corazón de la Calderona

Al trote hasta la Ermita de la Virgen de la Milagrosa en el corazón de la Calderona

El sendero GR-10 que une Puçol con Lisboa cuenta con un tramo de 6 kilómetros hasta el espectacular enclave valenciano

Úrsula morant

Viernes, 18 de junio 2021

El Parque Natural de la Sierra de Calderona siempre ha sido famoso por su infinidad de rutas llenas de vistas al Mediterráneo y a las montañas valencianas. En esta ocasión, el sendero GR-10 con destino a la Ermita de la Virgen de la Milagrosa, que se halla entre la localidad de Puçol y Sagunto, no se queda atrás en cuanto a las panorámicas que ofrece.

Este santuario fue construido por iniciativa de Fernando Molluna Monné, párroco de la Ermita de Santa Alicia. Todos los domingos abre sus puertas por la mañana para poder visitarlo aunque es conveniente llamar al responsable para confirmarlo.

CARACTERÍSTICAS

  • Dificultad Nivel medio, con tramos más complicados

  • Distancia Unos 6 kilómetros (subida y bajada)

  • Desnivel 300 metros

  • Tiempo estimado Alrededor de 2 horas

Preciosas vistas durante el recorrido. U. M.

El sendero GR-10 conecta Puçol (Valencia) con Lisboa, es decir, regala multitud de rutas diferentes dentro de un mismo sendero. Asimismo, ofrece una combinación entre mar y montaña digna de recorrer. En este caso, este camino comienza en la Urbanización de Alfinach, Puçol, al final de la Avenida Josep Alfonso y acaba en la Urbanización de Los Monasterios.

Este sendero tiene una dificultad media, ya que a pesar de ser relativamente corta, hay zonas en las que es necesario subir cuestas complicadas con rocas que dificultan el esfuerzo. El comienzo del camino dispone de una plaza, donde es realmente fácil aparcar para lo que lleguen en coche.

Al empezar, nos encontramos un camino que se adentra poco a poco, con una subida leve asfaltada, entre campos de naranjos hasta que finalmente, después de terminar la senda pavimentada, comienza una zona donde caminamos sobre piedras.

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Aquí empieza la zona montañosa. Las marcas de la ruta se pueden apreciar en el pie de la montaña que son dos rayas, una blanca y otra roja, indicando que ya has entrado en el GR. El primer tramo cuenta con intensas subidas donde podemos hallar rocas de tamaño grande en el camino, lo cual hace que haya que invertir más esfuerzo.

Camino frondoso del sendero que conecta Puçol con el Océano Atlántico a su paso por la localidad valenciana . U. M.

Poco a poco nos adentramos en zonas frondosas, llenas de plantas y árboles, entre ellos muchos cactus, pinos y matojos. Es más, llega un momento de la subida, donde hay un tramo muy estrecho entre arbustos que dificulta la visibilidad y el equilibrio ya que se debe ir agachado para no toparse de frente con ramas.

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Al acabar de cruzar el angosto sendero, llegaremos a una pinada, prácticamente sin desnivel, es decir, un tramo llano donde llegaremos a una pequeña cuesta muy empinada pero de distancia extremadamente corta. Esta pendiente conecta la pinada con un camino muy amplio por el que fácilmente podrían pasar coches, ya que no hay rocas ni piedras extremadamente grandes. Al llegar al sendero, tomaremos el camino de la derecha y a unos 600 metros, encontramos la entrada a la Ermita de la Virgen de la Milagrosa.

Allí podemos encontrar zonas a la sombra donde podemos descansar tras la subida. Es un santuario lleno de color y luz y que está repleta de flores.

Flores, a los pies de un monumento junto al santuario. U. M.

Una vez se hace esta parada obligatoria, para bajar, se puede bajar por donde se ha ido, pero en este caso, esta ruta va un poco más allá. Al salir del santuario, volvemos hasta el punto que conectaba con la pinada y seguimos recto, es decir, si se sale de la cuesta de la pinada, a la izquierda (para bajar).

El tipo de camino es exactamente igual al que se toma para ir a la ermita, pero en este caso, el desnivel es mucho mayor. Hay una subida con curvas bastante complicadas, y sí, debemos subir un poco más para bajar.

Finalmente llegamos a un cruce que conecta el GR-10 con la ruta de Picaio y Claro de Luna. Las vistas al mar desde aquí son imponentes. La mezcla entre el azul del Mediterráneo con el verde de la montaña de la Sierra de Calderona, hacen que merezca la pena haber subido.

Punto en el que se cruzan varios caminos del GR-10. U. M.

En este punto, tomamos el camino de la izquierda que conecta con la Urbanización de Los Monasterios, urbanización anexa a la de Alfinach. Es en este punto que comienza una bajada con una pendiente imponente en la que debemos utilizar mucha fuerza de las piernas para evitar caer hacia delante.

Al principio de este descenso, el camino es de hormigón, pero esto tan solo dura 200 metros. Un camino de tierra y piedras es lo que nos queda hasta llegar a abajo del todo.

Imagen principal - Al trote hasta la Ermita de la Virgen de la Milagrosa en el corazón de la Calderona
Imagen secundaria 1 - Al trote hasta la Ermita de la Virgen de la Milagrosa en el corazón de la Calderona
Imagen secundaria 2 - Al trote hasta la Ermita de la Virgen de la Milagrosa en el corazón de la Calderona



Para regresar al punto de partida, una vez llegados a la Urbanización de los Monasterios, giramos a la izquierda por Calle del Barranco de Burset, bajamos por ella hasta llegar a un camino que nos quedará a la izquierda, que está cerrado con una barrera para que no crucen coches, pero para peatones está abierto. Entramos en este camino y todo recto hasta conectar con el Carrer del Alt Maestrat, que tiene una distancia de 800 metros aproximadamente.

Continuamos recto y llegaremos a la Urbanización Alfinach a un cruce. Giramos a la izquierda y veremos la plaza del final de la Calle Josep Alfonso desde donde hemos salido. La sensación de paz y satisfacción al bajar es insuperable ya que a pesar de ser 6 kilómetros, al haber subidas con rocas y bajadas con una pendiente muy pronunciada, la percepción cambia sobre lo que hemos hecho, da la impresión de que hemos hecho mucho más.

Un tramo habilitado para la práctica de la carrera a pie. U. M.

Sin duda, la Ermita de la Virgen de la Milagrosa, un lugar que por lo menos se debe ir una vez en la vida para disfrutar de sus vistas y de su original diseño.

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