Las vacaciones de Juan Dual se acabaron en la mañana de este domingo 3 de diciembre. «Yo estoy acostumbrado a hacer carreras de montaña de 80 o 100 kilómetros, pasarme entre 20 y 25 horas corriendo... pero nunca había hecho un maratón de asfalto», comenta. ... Activista de la lucha contra el cáncer, este corredor valenciano especialista en la ultradistancia ha hecho de la carrera a pie un altavoz. «Pero para los eventos a los que yo me enfrento tiras mucho de cabeza», afirma. Y más una persona que practica deporte de alta exigencia sin colon, estómago, recto ni vesícula biliar... y con un tumor en el riñón que de momento parece hibernar. «Noté que por salud mental debía levantar el pie, hablé con mis patrocinadores y les pareció genial. Pero no quería desvincularme del deporte, así que me lancé a hacer el Maratón Valencia Trinidad Alfonso, sin perderle el respeto a la distancia», puntualiza.
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Completó la carrera en un tiempo de 4:34:21 y con una sonrisa de oreja a oreja coronada por su característico bigote, que hasta hace no mucho fue una copiosa barba. «Me hacía mucha ilusión, porque siempre corro o pedaleo lejos de casa, pero esta vez sabía que cada pocos kilómetros iba a ver a mi gente y a la familia que me apoya en la lucha contra el cáncer», señala Juan Dual. Porque esa es su vida: una carrera contra las temidas seis letras que, en su caso, le obligaron a desprenderse del estómago, el colon, el recto y la vesícula biliar. Y en ese pulso continuo contra la enfermedad de la que huye desde los 13 años, a sus 38 ya ha estado a punto de morir tres veces.
«He tenido una relación muy cercana por la poliposis familiar múltiple, que es una enfermedad catalogada como rara y por la que ya fallecieron mi abuela y mis tíos. Se trata de unos pólipos a lo largo del tubo digestivo que si no los tienes controlados, mutan en cáncer. Los médicos se dieron cuenta de que esta incidencia se repetía, a mi padre ya le quitaron el tubo y el recto», relata Juan Dual. Tras varios años de pruebas a los 19 a él también le informaron de que a él debían extirparle el colon y el recto.
«Lo mío es todo preventivo, pero el post operatorio fue muy complicado y estuve a punto de morir. Fue cuando decidí estudiar enfermería: me impresionó que gente que no me conocía de nada me cuidase como si fuera mi madre», recuerda. Juan Dual se sumergió en el mundo sanitario también como trabajador. Mientras tanto, en su faceta de paciente se seguía sometiendo a pruebas anuales... hasta que los médicos le volvieron a mostrar el camino del quirófano: «El estómago estaba comprometido y había que quitarlo». Las cábalas son claras: cuando el facultativo dice esto, las posibilidades de desarrollar cáncer son del 99,8%.
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Llegó a pesar 104 kilos
Sin colon ni recto, Juan comía «de todo» y hacía alguna 10K: «La típica para luego almorzar con los amigos y que te saliera a deber. Pesaba 104 kilos». Le extirparon el estómago, estuvo de nuevo a punto de morir y perdió 57 kilos y el 50% de la masa muscular. «Era un espectro, no podía salir de casa solo. Estaba de baja y llegó un momento en el que un tribunal me declaró apto para trabajar», recuerda. Sin recursos económicos, aquel fue un antes y un después, ya que se centró en su reconstrucción física y emocional. Cuando pudo, metió el deporte en su vida como algo prioritario. Era 2012, en pleno boom del running y echó a correr.
Emigró a Inglaterra, a un pueblo de 900 habitantes, cuna de las carreras de montaña. «Trabajaba de camarero. Yo ya no bebo nada de alcohol y allí solo había dos cosas que hacer con tu tiempo libre: ir al pub o a entrenar. Y ese fue el germen de 'Dualcillo', el perfil de Juan Dual en redes sociales, que estuvo a punto de morir por tercera vez hace cuatro años. Fue al baño y empezó a sangrar por el ano, lo que con su historial es alerta máxima. Estaba en un refugio de montaña del Pirineo catalán, donde trabajaba. Un amigo lo llevó a toda velocidad, pista forestal hacia abajo, al hospital más cercano. «Empezaron a hacerme transfusiones... en esa ocasión fui por primera vez totalmente consciente de que me iba porque veía las carreras, los gritos... percibí un gran nerviosismo entre los sanitarios».
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Para postre, en una revisión le encontraron un tumor en un riñón: «Que parece que es tranquilo. Voy, miran que sigue igual, y hasta la próxima». Toda esta historia ha transformado a Juan Dual, que ha empleado su ejemplo vital para dar un mensaje de positivismo. «Entendimos que todo esto era una herramienta muy potente. Que si una persona es capaz de pedalear y correr estando vacío, ¿de qué no lo es cualquier otro?».
Debe comer cada poco tiempo y tener un servicio cerca porque la digestión la hace en el intestino. «Yo por una cucharada de más puedo pasar un día horrible, como si me hubiera pasado por encima una manada de ñus», explica. Y pese a ello, corre. «Yo era una persona retrotraída, no me gustaba exponerme... ahora me encanta dar conferencias», afirma Dual. Y tratar con naturalidad temas como el del documental que está preparando: 'La muerte de Juan'. Frente al cáncer, echa a correr o a pedalear. Tras el Maratón de Valencia ya prepara su vuelta en 2024 a las carreras ultra de montaña desde donde proclamar su mensaje de vida.
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