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Yago Rojo se enamoró por partida doble en la pandemia: del maratón y de Valencia. En ese ominoso en el que los atletas tuvieron que tomar decisiones la suya fue convertirse en fondista a los 25 años, algo impensable hace no tanto tiempo. El medio y, sobre todo, el maratón habitualmente ha estado reservado para una edad en la que ya se pierde la chispa en la pista. Pero él siempre ha sido de dar saltos al vacío, como cuando dejó el fútbol por la modalidad que le ha llevado a la élite: «Hice una carrera en el instituto, se me dio bien y mi padre me animó a probar. Estuve un tiempo compaginándolos».
Hasta que dejó el balompié por las zancadas. Primero en pista, hasta que llegó el Covid-19. Entonces tuvo que elegir y la mejor opción para competir fue el Maratón Valencia Trinidad Alfonso Elite Edition. Su 2.09:56 le destapó como una de las promesas españolas en la larga distancia, algo que confirmó el año pasado al rebajar su marca personal, también en la capital del Turia, en justo un minuto: 2.08:56. También aquí había destrozado el 23 de octubre su registro anterior en medio maratón, que actualmente está en 1.01:57: hasta ese momento su mejor actuación en la distancia había sido en Puerto de Sagunto en 2020 (1.04:59).
«En el futuro me gustaría hacer 2.07 o así en maratón. Aunque soy joven, es difícil arañar segundos, cada carrera es un mundo y luego vienen las lesiones...», comenta Yago Rojo, que este año ha corrido el Campeonato de Europa de Múnich. Por eso, aunque se lo propusieron, ha decidido no competir a su ciudad fetiche en cuanto a marcas en las dos principales carreras de fondo: «Estaba demasiado cerca para tener una recuperación óptima. Quiero preparar un maratón en 2023, todavía tengo que decidirlo con mi mánager». Eso no ha querido decir que deje de venir a Valencia, y lo hace como liebre este domingo en el Medio Maratón Trinidad Alfonso Zúrich y en el Maratón de diciembre.
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Yago Rojo, ya hace sus pinitos como entrenador. Forma parte del proyecto GO Running, que ha visto la luz a final de este verano: junto al también atleta Carlos Mayo asesora a corredores a través de esta APP para preparar carreras de diferentes distancias. Los usuarios pagan una cuota mensual y tienen acceso a planes de entrenamiento y vídeos sobre todos los aspectos que influyen a la hora de conseguir objetivos en la carrera a pie. El madrileño da las claves para ser una buena liebre, rol cada vez más habitual en las carreras populares: tanto con el distintivo de la organización para sus propios prácticos como corredores que a título individual sirven de referencia de un amigo o de un grupo. Este domingo el madrileño ayudará a Marta Galimany: «Todavía no he hablado de ella sobre el ritmo que quiere hacer. Para el Maratón aún me lo tiene que decir la organización».
En principio, con Marta Galimany va a estar hasta la meta. ¿Y cuáles son las claves, según Yago Rojo para ser una buena liebre? El ritmo es sin duda la más importante. «No es bueno hacer un kilómetro más fuerte y al siguiente, más lento. Eso endurece la carrera. Una buena liebre es la que te mantiene a un ritmo durante la carrera, que tira de ti para que consigas la marca que estás persiguiendo, pero sin pasarse», argumenta Yago Rojo.
En ese sentido, señala que prácticamente no se habla con el atleta que está compitiendo. «Puede que te diga algo, pero poca cosa. Por ejemplo, si nota que puede soportar un ritmo más exigente, igual te pide que aprietes un poco más. Pero eso, cuatro palabras», expresa el atleta madrileño. Hay que puntualizar que, en el caso de los atletas de élite, como curiosidad, no está permitido que las liebres les entreguen el avituallamiento: esto es algo que, por ejemplo, sí se ve de forma habitual con los gregarios en el ciclismo.
Sobre lo que atañe a la nutrición o al descanso, Yago Rojo no incide en aspectos distintos a la preparación habitual. En cuanto a la preparación, y como se puede adivinar por lo que habla respecto a sus objetivos, la liebre no necesita cambiar demasiado su planificación en la semana previa a la carrera. «El año pasado que competí hice 100 kilómetros esa semana, porque necesitas llegar relajado y descargado», apunta: «Esta vez creo que rondaré los 180. No necesito llegar perfecto porque para mí será ir algo más rápido que un rodaje largo, pero poniéndome el dorsal».
Ahí, como a cualquier corredor, verse con ese distintivo, la presencia de otros participantes y el público, le ayudarán a arañar algo de tiempo al crono: «Yo creo que tiraré a 3.20 el kilómetro, habitualmente ruedo a 3.30». La intención de Yago Rojo es acompañar a Marta Galimany hasta la meta. Luego volverá a Madrid durante unas semanas para seguir entrenando en El Retiro a su grupo de atletas populares que persigue, cada uno, su sueño. «Es algo que me encanta a lo que me gustaría dedicarme en el futuro», comenta el atleta que, de todos modos, también cuenta con la vía de la ingeniería mecánica como posible salida profesional.
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