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¿Podía mejorar el circuito del Maratón Valencia Trinidad Alfonso? Podía ¿Y puede mejorar de cara a 2023? «A mí este me gusta… aunque ya te digo que siempre decimos que poco se puede superar y luego, como nos pasamos el año trabajando en ... él, siempre vemos cosas». Así concluye Blanca Iribas, la responsable del trazado de la carrera de este domingo, la conversación sobre las principales novedades dirigidas a mejorar la experiencia de los corredores. El lijado de esta edición ha generado rectas más largas y una previsión de mayor fluidez en la salida.
«Ese ha sido el principal cambio», señala Blanca Iribas. Con la supresión de la 10K paralela, se eliminó también la salida por los dos lados del puente de Monteolivete. «Esta vez sí se van a utilizar y habrá seis oleadas entre las 8.15 y las 9.05. Esto permitirá a los corredores llegar más rápido desde el cajón hasta la línea de salida, será más fluido», argumenta. La carrera se dirige hacia la avenida Baleares, con amplitud para convertirse en el punto donde confluyan los dos carriles: «Será a los 600 o 700 metros para que cada uno haya cogido ya su sitio y su ritmo».
También se elimina un giro de 180 grados que se había creado a la altura de la rotonda del Cabanyal, y que era fruto de un ejercicio para conseguir unos metros necesarios para alcanzar los 42.195. Este año se hace la rotonda, que es más cómodo para los corredores. Después del medio maratón se toma la avenida del Puerto. «Entonces hay una recta de unos ocho kilómetros y eso los corredores lo van a agradecer. Se hace la rotonda de la plaza Zaragoza, pero prácticamente ni se nota», indica Iribas. Sobre el kilómetro 28 llega el Pont de les Arts para recorrer algún kilómetro por el centro de la ciudad y pasar por emplazamientos como las torres de Serranos, el teatro Principal o la plaza del Ayuntamiento.
Igualmente se ha tratado de buscar un emplazamiento más amplio, resguardado del posible viento («aunque parece que este año se va a portar bien con nosotros») en el momento del muro. «Cuando en el kilómetro 34 pasen por el Bioparc, el corredor que esté bien ya tiene hecho el maratón», apunta con entusiasmo Blanca Iribas. «A partir de ese momento es todo hacia abajo, y normalmente con mucha animación. Porque no tengo la menor duda de que la gente va a salir a la calle como ha hecho todos los años».
Y después, el punto fuerte. «Eso no cambia», incide. La llegada a la zona de la Ciudad de las Artes y las Ciencias donde espera la pasarela azul. Parece sencillo. Y no, no lo es. Pero en el momento que el corredor pise esa tarima estará dando las últimas zancadas para hacer realidad el sueño por el que tanto ha luchado.
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