Una mirada al Comtat desde Castillo de Cocentaina

En el Cerro de San Cristóbal vigila el Castillo de Cocentaina. Construido durante los siglo XIII-XIV, sobrevive una torre de dos plantas de estilo gótico y militar. Inspirada en sus semejantes italianas es la única que continúa en pie.

Su ubicación, lógicamente, es estratégica. Desde lo alto del cerro del municipio del Comtat, al este de la Sierra de Mariola, bajo las faldas del Montcabrer (1390 m se divisa parte de la comarca de la comarca condición que lo convierte en un lugar maravilloso para fotografiar o simplemente disfrutar así como insuflarse de vida.

Antes de desgranar el camino hasta los 770 metros encima del nivel del mar os contaremos que en ese mismo punto, entre los siglos IV y III vivió un poblado ibérico. Posteriormente, en la época islámica se levantó una construcción de la que apenas quedan restos. Por cierto, para visitar el castillo por dentro, algo que recomendamos, es conveniente que te pongas en contacto con la oficina de turismo de la localidad.

La subida al castillo por la ruta del Montcabrer es de dificultad moderada. Desde Cocentaina son unos cinco kilómetros de recorrido lo que permite, posteriormente, quedarse en el municipio a almorzar o comer y, posteriormente, disfrutar de la zona.

Arrancaremos desde la plaza del Teular. Con una zona para poder dejar el vehículo amplia, pronto vislumbramos la ruta señalizada que nos indica el tiempo que tardaremos si vamos andando: 10 minutos a la ermita Santa Bárbara, otros tantos si tomamos el sendero PRV-37 y 40 a nuestro destino final: el Castillo de Cocentaina.

Seguimos el sendero, pasaremos un riachuelo y pronto veremos la ermita de Santa Bárbara y su área recreativa, estamos a 557 metros de altura. Quedan unos 30 minutos por delante que nos marca otra señal. Lo cierto es que la ruta no tiene pérdida. El ascenso nos permite disfrutar del valle, la Sierra de Aitana, la sierra de Benicadell, la de font roja, Alcoi, el pantano de Beniarrés así como La Vila, El Raval, L'eixample y Fraga.

En la parte más alta del monte San Cristóball, donde se puede descansar, podremos ver la torre del castillo. Desde este punto descenderemos hasta la ermita con el mismo nombre. Aquí llega el tramo más peligroso, más que nada por resbaladizo, deberemos ir con cuidado hasta regresar a nuestro punto de partida.

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