El monte que pule a los pilotaris

El Genovés es cuna de pilotaris. De algunos de los mejores, el primero el grandísimo Paco Cabanes, cuyo nombre profesional fue el nombre de su pueblo natal. También de otros que, sin tanta pompa, vienen haciendo desde hace décadas carrera en los trinquets de referencia en el mundo profesional. De escala i corda y de raspall, casi de forma indistinta.

¿Y cuál es el secreto para que este municipio de La Costera sea tan prolífico en la modalidad autóctona? Claro está, lo primero, la enorme afición que hay entre sus habitantes y la modélica escuela que hay en el trinquet. ¿Hay algo más allá?

Tras una final, a Tonet IV, el actual icono de El Genovés por ser doble campeón Individual de raspall, le pregunté hace no mucho: '¿Estará el secreto en el agua?'. «No, más bien en la Serra de la Creo, en las carreras que me he hecho arriba y abajo desde niño», comentaba sonriente el joven pilotari, gran aficionado también al monte y, sobre todo, a la caza con perro. Es más, antes de una partida importante él suele madrugar y darse una vuelta por los parajes que envuelven a su pueblo.

Lo mismo les tocó a los participantes del Trail de El Genovés, que fue prueba puntuable de la Liga de Carreras de Montaña de la Comunitat, pero que también incluyó una prueba para corredores populares. A las 8 de la mañana para tratar de pasar menos calor, se dio la salida desde el pueblo. A partir de ahí, algo más de 18 kilómetros en los que se acumulaba un desnivel positivo que rondó los 1.000 metros. Un terreno escarpado, duro, exigente que, desde luego, ofrece un lugar de entrenamiento natural para pilotaris y para todo corredor que se precie. Una sesión por la Serra de la Creu es auténtica lija para las piernas y el sistema cardíaco. Sobre todo si se le pone intensidad.

Un consejo en este verano: madrugar y mucho, pues a partir de las 9 e la mañana se pasa mucho calor. El segundo, no se trata de una ruta para principiantes, sobre todo por alguno de los descensos, muy técnicos y en los que una caída puede resultar bastante peligrosa. El tercero, consecuencia de lo anterior y que debería ser una ruta cada vez que salimos a la montaña: llevar agua y un teléfono móvil con la batería a tope por si sufrimos un accidente. En la carrera, sin ir más lejos, había un corredor escoba que atendía a participantes que debían retirarse, en la mayoría de ocasiones por esguinces de tobillo.

Dicho esto, comenzamos este itinerario virtual y escrito por este macizo que envuelve a El Genovés y en cuya cima descansa la ermita de La Solana. Los primeros kilómetros, siguiendo la ruta de aquel trail, es bastante pistera. Una especie de engaño del que no debéis fiaros. Se pasa también por el cauce de un barranco. Terreno bastante cómodo por donde se concurre también con gente practicando mountain bike en un domingo cualquiera. También hay zonas habilitadas para practicar la escalada.

Y luego llega la subida. El momento de exigirle a las piernas, al corazón y a los pulmones. Sin descanso, poniéndole intensidad que en la cima hay premio. Arriba, en la cresta de la Serra de la Creu nos van a esperar unos parajes espectaculares. La inmensidad de toda La Costera, la Vall d'Albaida... hay de nuevo dos alternativas: pararse a contemplarlo o seguir corriendo o caminando por un terreno ahora bastante llano. Por la cresta, durante cinco kilómetros, podemos seguir avanzando hacia nuestro objetivo.

Que una vez recorridos esos en torno a 5.000 metros nos van a deparar el descenso. Cuidado. Ahora hay que hacerlo con cabeza, concentrados y a un ritmo en el que nos sintamos cómodos. Extremando las precauciones, sobre todo, si vamos solos. Cuidado con los tobillos, articulación que, nunca está de más recordarlo, es conveniente fortalecer durante la semana en el gimnasio si nos gusta esto de las carreras de montaña.

Los descensos son técnicos. En la carrera estaban señalizados, pero ahora no contaremos con ello, por eso lo de que la ruta es recomendable para corredores que cuenten con algo de experiencia en el monte. La ruta, eso sí, es muy bonita por el entorno y porque nos va a exigir. Rubén, uno de los participantes en la carrera popular, nos cuenta que tardó 2 horas y 29 minutos en regresar a El Genovés. Aguantó al calor y a la ampolla en infección en una uña que le lastró desde que llevaba 10 kilómetros. Pero acabó y puede decir bien alto que se ha entrenado en el terreno que ha pulido a las leyendas de la pilota. Y como siempre digo, esta es sólo una alternativa. La propia Serra de la Creu, y otros montes cercanos a El Genovés nos ofrecen varias rutas donde sufrir y disfrutar a partes iguales en un domingo cualquiera.

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