A menos de 24 horas para el pistoletazo de salida del Maratón Valencia Trinidad Alfonso Zurich, han sido los más pequeños quienes se han calzado las zapatillas. Más de 1.200 niños se han citado este sábado a partir de las 11 horas en el Paseo de la Alameda, entre los puentes de Monteolivete y L'Assut de L'Or, para tener su propio pistoletazo de salida. Han sido cinco pruebas no competitivas en las que los corredores se han distribuido por categorías de edad. Una mañana amena y emocionante que ha servido como aperitivo de una cita muy especial.
Publicidad
El circuito ha constado de entre 300 metros y 1,2 kilómetros, dependiendo de la categoría. Los más menudos han participado acompañados de familiares, mientras que los mayores, de 13 años como máximo, han dejado muestras de su pasión por el running. En muchos casos, heredada. Y es que buena parte de los padres que estaban animando a los suyos desde el otro lado de las vallas serán mañana los que recorran Valencia.
Es el caso de Alfredo, quien será uno de los 35.000 deportistas que afrontará los 42 kilómetros en la capital del Turia. Este sábado, en cambio, ha sido el turno de sus tres hijos: los gemelos Giorgio y Leone, de siete años; y Lúa, de cinco.
«Han corrido los tres. Tengo alguno más competitivo que otro...», bromea Alfredo. Han repetido experiencia: «Ya vinimos el año pasado. Nos hace mucha ilusión venir, correr, la medalla... Estamos muy entretenidos. El ambiente está chulísimo. Hemos venido a pasar el sábado por la mañana con el buen tiempo que hace».
Los tres pequeños se han contagiado de la afición por el deporte que transmiten sus progenitores. El minimaratón, organizado por la SD Correcaminos y el Ayuntamiento de Valencia, ha vivido su sexta edición. Todos los participantes han recibido una medalla conmemorativa y una mini bolsa de la carrera. Además, el evento cuenta con espíritu solidario, ya que los tres euros de la inscripción irán destinados a la Fundación Unoentrecienmil.
Publicidad
Después de la catástrofe sufrida en la provincia de Valencia, con una DANA que se ha llevado la vida de más de 220 personas, el maratón de mañana estará marcado por una carga sentimental nunca vista. «Tenemos muchos conocidos a los que les ha afectado y va a ser una edición muy emotiva», comenta Alfredo, quien trabaja en Cheste, en una residencia de estudiantes deportistas de élite: «Estuvimos allí tres días incomunicados con los alumnos, sin electricidad y sin agua. Nos subían bocatas como podían».
Ramón Martínez es el padre de Aitana, una niña de nueve años que tampoco ha querido perderse el minimaratón. «Ha ido muy bien», dice la pequeña, quien ya ha participado en algunas pruebas en municipios valencianos. «En Tous gané un copa porque acabé tercera», dice con orgullo.
Publicidad
De momento, es una simple afición. «No entrena ni nada, pero le gusta correr. Yo no quiero que esto para ella sea una obligación», cuenta Ramón, disfrutando de una jornada «lúdica». Él tomará la salida mañana.
Aitana ya ha visto en alguna ocasión cómo su padre cruza la meta de un maratón. Y es que Ramón encara por sexta vez los 42 kilómetros: «He hecho tres en Castellón y dos aquí. No me he planteado una marca porque llevo bastante tiempo sin hacer una distancia tan larga. Mi objetivo mañana es acabarlo y ya está». Confía en que una prueba con tanto impacto suponga un impulso para la sociedad: «Yo pienso que va a ser un revulsivo para Valencia. Yo creo que va a dar bastante ánimo a Valencia. Y económicamente va a venir muy bien porque la gente va a salir».
Publicidad
Francisco Lorente, presidente de MSC España, ha disfrutado viendo a los futuros maratonianos. «Yo creo que estas carreras hacen que ellos se vayan hacia arriba, que quieran ganar. Y el espíritu competitivo en todos los niños siempre es buenísimo para cuando vayan siendo más mayores. El espíritu de superación siempre es importante», afirma.
Y celebra el creciente éxito del minimaratón: «Se divierten tanto los niños como los papás. Estamos yendo año tras año a mejor en cuanto a número de participantes. Este año estamos batiendo récord y esperemos que esto se convierta en un clásico. Estamos muy orgullosos y satisfechos de que tenga esta acogida». Francisco Lorente, además, ve en esta actividad un oasis en medio de las dramáticas consecuencias de la DANA: «Da un poco de sombra a la tragedia que hemos vivido en Valencia. Estábamos con la duda de hacerlo o no hacerlo, pero los niños tienen que estar siempre con su alegría hacia delante y superando las crisis que desgraciadamente a veces tenemos que vivir».
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.