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La Torre Ebri formó parte de un castillo en el siglo XVI. ALCALÁ ALCOSSEBRE TURISMO
Con las piernas... y las manos hasta la Torre Ebri

Con las piernas... y las manos hasta la Torre Ebri

Cerca de 13 kilómetros en Alcossebre para ponerse a prueba en una ruta fácil aunque con sorpresas que la convierten en una propuesta de lo más divertida

Lourdes Martí

Valencia

Jueves, 5 de diciembre 2024, 10:58

Alcossebre será el punto de partida de una ruta de casi 13 kilómetros de recorrido que cuenta con un desnivel de unos 630 metros. Nos dirigimos hacia el Camping Ribamar, en un cruce junto a la Cala Blanca continuaremos durante 2,8 kilómetros por a la izquierda por una pista de tierra. En el Corral de Roda veremos un cruce del que sale una pista forestal.

De allí tomaremos una pista que nos llevará al Barranco de la Font de la Parra. Notaremos la subida por el sendero. Ojo, que en algunos puntos tendremos que apoyar las manos.

Al salir de la zona del barranco tomaremos la izquierda para el ascenso a la cima del Campanilles.

Tras atravesar el barranco por el sendero recorreremos el cordal y saldremos a una pista. Haremos caso omiso a tres cruces, siempre tirando derecho y, en el cuarto, tomaremos el camino de la derecha. Aquí tenemos dos opciones: o girar a la derecha en las antenas o también hay otra opción que es continuar 300 metros hasta otro camino también a la derecha. No importa el camino que escojamos, en este caso ambos llegan al mismo destino: la Torre Ebri.

Tras disfrutar el entorno volveremos, a unos 400 metros, desde la derecha, tomaremos la pista forestal que aparece a nuestra izquierda y que al poco tiempo sale a un sendero por el que deberemos descender. Deberemos tener cuidado porque quizás podamos encontrar rocas sueltas por la erosión. Una vez descendamos y a unos 100 metros encontraremos nuestro vehículo.

Para saber más

Ocho metros de altura en la cresta de la Sierra de Irta llaman la atención. La Torre Ebri es lo poco que queda del castillo, cuya distribución todavía se puede intuir, que allá por el siglo XVI formaba parte de la vigilancia de la zona de Alcalá de Xivert-Alcossebre.

Fruto de su privilegiada ubicación, desde arriba se puede disfrutar de maravillosas vistas, entre ellas las del Castillo de Peñíscola.

Si llegas a la Torre Ebrí no lo dudes y acércate al castillo Templario, y también a la ermita. Disfrutarás de un paisaje único. De la montaña, al mar. En la zona costera se puede disfrutar tanto de Alcossebre como Alcalá de Xivert, un municipio muy conocido por su campanario. No olvides tampoco degustar su sabrosa tomata de penjar. Los arroces o el puchero con piloteta también son algunas de las especialidades de la zona.

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