S.D. Correcaminos: Triatlón a la analógica

 

Su trabajo implica un proceso formativo anual como en el colegio. Cuentan con planes de entrenamiento que van desde septiembre hasta a julio. Esta labor se encuentra marcada por objetivos tanto deportivos como interpersonales que van de acuerdo a la edad del alumno. Los alumnos van desde los 4 a 17 años quienes luego pasan a incorporarse a la categoría de adultos. Ya en esa esfera cuentan con perfiles variopintos.

Empezando por personas que entrenan de forma pautada más no compiten significan un 50% , la otra mitad se mide en pruebas de iron man, larga distancia y rendimiento donde buscan superarse cada año. Cabe destacar que una parte de sus socios son un grupo de alta competencia el cual «Representa un aproximado del 10%».

Sin embargo, no se consideran un club competitivo, lo cual no tiene relación con la ausencia de logros. El enfoque sobre el cual giran entorno las actividades, especialmente las de la escuela, son una diversión basada en esfuerzo, y constancia que implique la involucración tanto del alumno como de la familia.

Entre sus logros se encuentran la realización de un campus de verano, su edición anterior contó con la presencia de 90 niños durante 3 semanas les daban a conocer el triatlón. Javier comenta que esta es una solución para el desconocimiento del deporte pues los más pequeños muestran una evidente preferencia hacia el fútbol.

Otra de sus actividades veraniegas fue la realización de un evento de cierre de temporada en la playa donde los mayores de 18 ayudaron a nadar a los niños de 4 años, un trabajo en conjunto e integración en el cual esas dos categorías se vieron las caras puesto entrenan en localidades diferentes respectivamente.

La institución deportiva se considera más una escuela de natación que una de triatlón. Hasta los 12 años ponen en primer lugar al nado de forma bisemanal y solo un día de actividad multideportiva que usualmente consisten en el trabajo de la habilidad ciclista. No buscan sobrecargar a los niños porque ya tienen actividades extra escolares.

Pasada esa edad el entrenamiento pasa llevarse de 4 sesiones a la semana y finalmente en la adultez se da todos los días. E incluso cuentan con atletas mayores de 50, quienes realizan arduas pruebas de 12-13 horas, y un grupo de mujeres que representa un 25% de la sección que forman parte de ellos.

El deporte, competencia y frustración son sinónimos, por ende uno de sus pilares es no basarse en los resultados de las competencias pues aquel es parte del esfuerzo y empeño puesto en el proceso de entrenamiento. Para el manejo de estas sensaciones, a pesar de la inminente presencia de la vena competitiva de especialmente los niños, se identifica primero el momento en el que se da para luego establecer un diálogo y resolver la situación. Así mismo, suelen primero haber un diálogo con los miembros.

Se definen como una gran familia, no solamente por el compañerismo mostrado entre atletas y miembros del equipo técnico, además se evidencia que los los hijos de los integrantes adultos del equipo pasan a formar parte del club. Se da un fenómeno de reloj generacional deportivo.

Sus planes a futuro incluyen la consolidación del número de deportistas buscando el aumento de la cifra, continuar con la vinculación de los deportistas, la transición de escuela a la categoría de adultos y finalmente un intercambio internacional de deportistas.