¿Por qué la calabaza es símbolo de Halloween?

El próximo 31 de octubre, se celebra Halloween en España. Aunque se trata de una celebración de origen anglosajón, lo cierto es que sus raíces están vinculadas con la conmemoración del 'Samhain' o 'fin del verano', y la fiesta cristiana del Día de Todos los Santos.

España comenzó a celebrar dicha festividad católica a partir del siglo IV. Sorprendentemente, esta fiesta se comenzó a celebrar el 13 de mayo y no el 31 de octubre y se conmemoraba a todos los mártires perseguidos durante los primeros siglos del cristianismo. No obstante, tras una orden del papa Gregorio III, la festividad pasó a celebrarse el 1 de noviembre con el objetivo de sustituir a la fiesta del 'Samhain'.

No sería hasta mediados del siglo XIX cuando la tradición llegaría a Estados Unidos y, desde entonces, comenzó a crear una fiesta desvinculada de la paganidad y más bien, orientada al consumo. Una tradición que se vio reforzada con el gran imaginario cinéfilo que crearon todas las películas americanas en las que Halloween era la fecha idónea para que se cometieran los crímenes más aterradores del estado.

La calabaza es uno de los símbolos más representativos de la fiesta del 'truco o trato', pero ¿cuáles son sus orígenes? Según cuenta una leyenda, el diablo fue a buscar a un hombre llamado Jack por ser un borracho y estafador, pero este consiguió engañarlo y el diablo prometió no buscarle más. Años después, Jack murió y fue rechazado en el cielo, pero también en el infierno y el diablo le condenó a deambular entre las sombras, pero le proporcionó una luz con una brasa. Jack solo tenía un nabo dónde meterla y así comenzó la tradición de usarlo como una linterna.

Cuando los irlandeses inmigraron a América, comprobaron que las calabazas eran más grandes y más fáciles de conseguir que los nabos y cambiaron la tradición. Desde entonces, se decoran las calabazas con rostros terroríficos y no se identifica un Halloween sin calabaza.

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