Solía mantenerse al margen. En el centro de día donde pasaba la mayor parte de su tiempo, prefería observar las actividades de sus compañeros desde la distancia. La parálisis cerebral que le afecta había limitado no solo su movilidad, sino también su motivación para participar. ... Sin embargo, aquel día algo distinto sucedió. Meraki, una perra de ojos cálidos y mirada atenta, se le acercó lentamente. Era la primera vez que interactuaban y la conexión fue instantánea. Meraki apoyó suavemente su cuerpo en las piernas de Ángel (nombre ficticio para preservar su identidad), ofreciéndole una bienvenida que ningún ser humano había logrado antes. Ángel, quien normalmente rehuía las actividades, rompió con su rutina. Sonrió, y a medida que Meraki jugueteaba a su alrededor y le lamía con afecto, su risa fue creciendo. En ese momento, sus ojos brillaron con una luz que hacía mucho tiempo no mostraba. De forma espontánea, y para sorpresa de todos, tomó un cuchillo con esfuerzo y cortó trozos de salchicha para alimentar a su nueva amiga de cuatro patas.
Publicidad
Sus carcajadas resonaron en la sala, sorprendiendo incluso a la terapeuta, quien estaba acostumbrada a su habitual silencio. Aquel día, un hombre que parecía haber perdido el interés por participar encontró en Meraki un motivo para disfrutar nuevamente de una actividad sencilla, pero profundamente significativa. No solo fue la primera vez que Ángel se unió a una sesión, sino que lo hizo con entusiasmo, riendo como un niño mientras ofrecía pequeños trozos de salchicha a la perra que había conquistado su corazón.
Este es solo uno de los muchos «momentos mágicos» que ha presenciado María Jesús Anta Arquelladas, fundadora de Teradog, una empresa dedicada a las terapias asistidas con perros. Para María Jesús, ese día fue una reafirmación del poder transformador que los animales pueden tener en la vida de las personas. «Fue un instante inolvidable. Ver cómo Meraki conseguía sacar a Ángel de su burbuja, cuando los trabajadores del centro me decían que era muy difícil que participara, me recordó por qué hago esto», comenta emocionada.
Noticia relacionada
Belén Hernández
María Jesús, originaria de Málaga, estudió Terapia Ocupacional y, tras formarse en terapias asistidas con animales, encontró en los perros una herramienta clave para mejorar el bienestar de las personas. Su pasión la llevó a Valencia, donde en 2022 seleccionó a Meraki, una mestiza de la raza golden retriever, como su compañera en este proyecto terapéutico. Desde entonces, ambas han sido inseparables y han creado Teradog, una empresa que, entre otras actividades, trabaja con personas mayores en centros de día y residencias.
Publicidad
El éxito de las terapias asistidas con perros radica en su capacidad para romper barreras emocionales. «Los usuarios conectan mucho más rápido con el perro, lo que acelera la consecución de los objetivos», explica María Jesús. En el caso de las personas mayores, los beneficios van desde mejoras en la movilidad física hasta un impacto positivo en la salud emocional y el bienestar general. Actividades tan sencillas como cepillar al perro o lanzarle una pelota tienen un impacto significativo en la movilidad de manos y brazos, aspectos fundamentales para tareas cotidianas como vestirse o peinarse. Además, dar órdenes o interactuar con el perro fomenta la planificación cognitiva y la toma de decisiones, contribuyendo así a la autonomía y autoestima de los usuarios.
En residencias, los perros se convierten en catalizadores de cambio. María Jesús ha presenciado cómo personas que temían a los perros terminan estableciendo vínculos profundos con ellos. «No es lo mismo pedirle a un residente que tire una pelota solo, que decirle que si no lo consigue, Meraki lo hará por él. Esa promesa emocional es un gran incentivo», explica. Los perros logran crear un ambiente de afecto y relajación que promueve el bienestar de los mayores. En muchas ocasiones, las interacciones con los animales generan una respuesta emocional que rompe con la apatía y el aislamiento que a menudo experimentan. La simple caricia de un perro puede disminuir el nivel de cortisol, la hormona del estrés, y aumentar la producción de oxitocina, conocida como la «hormona del bienestar». Esto tiene un efecto directo en la calidad de vida de las personas mayores.
Publicidad
Noticia relacionada
El hecho de contar con un perro en las terapias no solo las hace más llevaderas, sino que añade un componente de motivación para los usuarios. «Saben que el perro estará ahí, y eso les da ganas de participar», comenta María Jesús. En un entorno donde las rutinas pueden volverse monótonas, los perros traen una chispa de vida que reaviva el entusiasmo de los residentes. En las últimas décadas, las terapias asistidas con animales, especialmente con perros, han ganado popularidad en el ámbito de la salud, sobre todo en el cuidado de personas mayores. Los perros, con su capacidad para generar profundas conexiones emocionales, se han convertido en aliados clave para mejorar tanto el bienestar físico como emocional de los pacientes. Estas sesiones no sólo proporcionan momentos de alegría, sino que también pueden promover avances terapéuticos significativos.
María Jesús Anta
Terapeuta
Sin embargo, es crucial distinguir entre actividades recreativas con animales y las intervenciones terapéuticas formales. Según Laura Dolz, doctora en Psicología y experta en este campo, los animales no son una terapia en sí mismos, sino herramientas que apoyan un proceso terapéutico guiado por profesionales. «Los animales facilitan la participación de los pacientes en las terapias, pero no son una solución mágica», aclara. El contacto con perros tiene efectos fisiológicos positivos, como la reducción del estrés y el fomento del bienestar emocional. Además, la expectativa de interactuar con un animal incrementa la motivación de los pacientes para participar activamente en las sesiones. Dolz menciona la teoría de la biofilia de Edward O. Wilson, que sugiere que los seres humanos tienen una inclinación natural a conectar con la naturaleza y los animales, lo que nos hace sentir más relajados y enfocados en el presente.
Publicidad
Es fundamental también reconocer las diferencias entre las terapias asistidas y las actividades recreativas con animales. En las residencias de mayores, por ejemplo, muchas veces se llevan a cabo actividades asistidas con animales que no cumplen con los criterios de una terapia formal, ya que no incluyen evaluaciones del progreso del paciente. Estas actividades, denominadas 'ocio asistido', generan beneficios lúdicos como la felicidad momentánea y la reducción del dolor durante la actividad física. Aunque no sean terapias formales, Dolz asegura que ambas modalidades, tanto el ocio como la terapia asistida, son valiosas y mejoran la calidad de vida de los mayores. Además, Dolz destaca la importancia de garantizar el bienestar tanto de los animales como de los pacientes en estas intervenciones. Existen protocolos estrictos para asegurar que los animales no sean expuestos a situaciones de peligro o estrés, y los terapeutas deben evaluar cuándo es adecuado incluirlos en las sesiones.
Un ejemplo del compromiso con las personas y los animales lo encontramos en la Fundación ACAVALL. Hace 17 años, la entidad nació con la misión de mejorar la vida de personas con discapacidad o en situaciones vulnerables, a través de la interacción con animales. Lo que comenzó con terapias ecuestres, rápidamente incorporó perros, reconociendo su enorme potencial terapéutico. «La naturaleza de los perros nos permite crear encuentros donde pueden conectar física y emocionalmente», comenta Naza Hernández, una de las fundadoras de la entidad. Señala, que «la fundación no solo se preocupa por las personas, sino también por devolverle alos animales al menos una parte de todo lo que nos dan». Desde 2014, en su espacio 'La Fábrica de Huellas' se dedican a favorecer la adopción de gatos sin hogar, a través de su cat-café, así como a educar a la sociedad, convirtiéndose en un proyecto que Hernández describe como «mitad corazón humano y mitad corazón animal». Hernández, al igual que la doctora Dolz, distingue entre el ocio con animales y la terapia: mientras el ocio se centra en el disfrute, la terapia tiene metas específicas. «Los animales no deben ser prescritos como si fueran un medicamento, la clave de la terapia siempre está en el profesional, y la interacción con el animal es el camino para llegar a las metas que se propongan con cada persona», explica. En personas mayores, las terapias con perros pueden enfocarse en mejorar el estado emocional o en combatir el sedentarismo, promoviendo el movimiento. Hugo, Sky, Piruleta o Suuri, algunos de los perros de ACAVALL, ayudan a los mayores a mantenerse activos, ya sea jugando o caminando con ellos. El vínculo emocional es crucial. «La motivación es clave. Si la persona quiere estar allí, la terapia tiene un efecto transformador», destaca Hernández. Uno de los proyectos más esperados de Fundación ACAVALL es 'la visita del dogtor', que buscac ombatir el aislamiento de personas mayores que viven solas, haciéndoles visitas con los perros. Hernández explica: «La soledad es uno de los grandes males de nuestra sociedad, y este tipo de iniciativas pueden romper ese círculo de aislamiento». En las residencias, las sesiones son grupales, excepto en casos severos donde la persona se encuentra en cama. Los perros, como Sky, un golden retriever, y Suuri, una caniche, interactúan con los mayores, generando una atmósfera de alegría y emoción. Las actividades, además de entretener, estimulan el movimiento y la mente de los participantes. «Es una hora de activación total», comenta Hernández. Cada perro tiene un papel especial: Sky, por su naturaleza afectuosa, y Piruleta, otra golden adoptada durante la pandemia, generan momentos de risa y conexión emocional. Las sesiones culminan con una despedida que refuerza el vínculo creado entre mayores y animales. «Es importante crear un espacio donde todos se puedan despedir del animal, acariciar al perro y poderse decir hasta la próxima», concluye Hernández. Estos momentos, sencillos pero poderos
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.