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En una sociedad cada vez más digitalizada y acelerada, donde los jóvenes parecen estar constantemente absorbidos por sus dispositivos electrónicos, se hace más crucial que nunca encontrar formas de conectar distintas generaciones. Con este objetivo en mente, la Fundación Colisée ha desarrollado el programa 'Historias ... para recordar', y dentro de este, la iniciativa 'Profes por un día' ha demostrado ser un puente valioso entre jóvenes y mayores. En este proyecto, personas mayores visitan diversos institutos para compartir sus historias de vida con los estudiantes, generando un intercambio enriquecedor para ambos grupos.
'Historias para recordar' es una iniciativa creada por la Fundación Colisée en 2022, con la misión de mejorar la calidad de vida de las personas mayores mediante el empoderamiento a través de sus relatos. Vicente Moros, director de la Fundación Colisée, explica: «Su experiencia, sus consejos y sus vivencias son de gran valor para la sociedad y pueden ayudar a las generaciones que vienen después. Queríamos ensalzar esto mismo y demostrar que cualquier persona mayor, si le escuchas, puede enseñarte mucho».
El programa selecciona a personas mayores con historias de vida diversas y publica un libro con sus relatos. En 2023, la iniciativa llegó a la Comunitat Valenciana donde la escritora Jessica Faure reunió las vivencias de 20 personas mayores. En la última parte del proyecto, 'Profes por un día', varias de estas personas han acudido a los colegios IES Benicalap de Valencia e IES Clara Campoamor, de Alaquàs, para compartir sus experiencias con estudiantes de tercero y cuarto de secundaria, de 14-16 años. La iniciativa 'Profes por un día' ha sido recibida con entusiasmo tanto por los mayores como por los jóvenes, como explica Moros: «Al principio teníamos un poco de precaución sobre cómo aceptarían los jóvenes este proyecto. La sorpresa fue que están súper atentos, escuchan, se producen relaciones, preguntan y se acercan a hablar con las personas mayores». Añade que este intercambio ha demostrado que unir generaciones puede generar sinergias muy positivas, ayudando a preparar a las futuras generaciones para enfrentar diversas situaciones en la vida y rompiendo la imagen estereotipada de las personas mayores.
Carlos de Lorenzo, uno de los participantes en esta experiencia, ha tenido una vida marcada por la aventura y la resiliencia. Emprendedor y viajero, ha trabajado en diversos países y sectores, enfrentando desafíos como los problemas que tuvo con la burocracia en México y pérdidas financieras en inversiones fallidas. Su experiencia en países en vías de desarrollo le ha enseñado a valorar la seguridad y la calidad de vida. Carlos compartió con los estudiantes sus «batallitas», historias exóticas que despertaron gran interés. «Los jóvenes de hoy igual no hablan con sus abuelos, pero sí con nosotros. Y a lo mejor eso les hace pensar y luego se fijan en sus propios abuelos. Es una gran experiencia para ambas partes», dice Carlos. La interacción con los estudiantes le permitió sentirse válido y en contacto con la juventud, mientras respondía a preguntas sobre política, sobre el servicio militar e incluso sobre religión. «Les dije a los jóvenes que estudien», señala. «Que no tienen garantizado un trabajo porque hayan estudiado», prosigue, «pero que sigan adelante». «Hoy tenemos acceso a mucha información y hay facilidades enormes para aprender», dice. Y agrega: «Les puse mi ejemplo de que con 16 años ya era emprendedor, pero que ello no es garantía».
Otro de los participantes fue José Pérez Mata. A sus 78 años cuenta que ha vivido una vida de adversidades. Desde su infancia marcada por la escasez, pasando por su adicción al juego y viviendo en la calle durante un año y medio, José ha conocido el lado más oscuro de la vida. Sin embargo, su historia es también un testimonio de resiliencia y esperanza, habiendo encontrado ayuda y reconstruido su vida a través del proyecto Hogares Compartidos, una asociación sin ánimo de lucro que ayuda a personas mayores con escasos recursos económicos. «Para mí lo importante es la familia», afirma José. Su experiencia en el programa 'Profes por un día' le permitió compartir lecciones valiosas sobre la importancia de la bondad, la solidaridad y el respeto. «La época de posguerra fue muy dura para mi familia y para mí. Pero yo cuando he tenido problemas siempre he podido contar con la familia. Tienes miedo de contarles tus problemas, pero siempre te ayudan», reflexionó ante los estudiantes. José les recomendó valorar la amistad verdadera y tener cuidado con la adicción a los móviles: «Es una pena ver a los jóvenes de hoy en día enganchados a los móviles, estando juntos y no hablando entre ellos». Su mensaje de resiliencia y gratitud resonó entre los jóvenes, recordándoles la importancia de la familia y los verdaderos amigos.
Carmen Rosa Lázaro, una bioquímica cubana, ha enfrentado diversas adversidades a lo largo de su vida, desde la pérdida de su esposo a una edad temprana, la persecución política que llevó a su hija mayor a emigrar a Estados Unidos, hasta la muerte de uno de sus hijos. Su dedicación a la investigación científica y a lucha contra el cáncer destacan su compromiso y valentía. Carmen compartió con los estudiantes su experiencia de vida, incluyendo las dificultades que enfrentó para obtener su licenciatura en Bioquímica. «Les sorprendía cómo era posible que nosotros pudiéramos estudiar en una época donde no había ordenadores ni internet», cuenta Carmen, quien ha vivido en España durante 30 años. A pesar de tener 80 años, se siente joven y llena de vida. «Me gusta vivir y me gusta la vida», destaca y señala que espera que las nuevas generaciones lleguen a su edad con su vitalidad. Respecto al programa de 'Profes por un día', expresa que es una «gran» iniciativa que ayuda a unir ambas generaciones.
Su mensaje para los jóvenes se centra en la importancia del respeto y el amor: «En mi casa el amor y el cariño nunca faltaba. La familia era importante y yo quería mucho a mis abuelos». Explica que para los jóvenes fue un impacto cómo era la sociedad cuando ella era pequeña, una sociedad patriarcal con unas relaciones de familia muy rígidas. «La juventud hoy en día no concibe el patriarcado. Ellos se quedan asombrados ante cualquier cosa que les cuentes sobre ello», señala Carmen, que anima a los jóvenes a estudiar y respetar a sus mayores: «La base de la vida está en estudiar. Estamos viviendo un avance tecnológico muy avanzado. El estudio es lo que te da vida, progreso y estabilidad. Compaginar el estudio con la vida. Otra cosa que les diría es la importancia del respeto. Respeto hacia sus padres y sus mayores».
Como señalan desde Fundación Colisée, el programa 'Profes por un día' ha demostrado ser «un éxito rotundo», creando un espacio donde las generaciones se encuentran y aprenden mutuamente. «Los testimonios de Carlos, José y Carmen destacan la riqueza que las personas mayores pueden aportar a la vida de los jóvenes», explica Vicente Moros y añade que estos encuentros no solo enriquecen la vida de los estudiantes, sino que también proporcionan a las personas mayores un sentido de propósito y conexión. La Fundación Colisée continúa trabajando para expandir este programa y seguir acercando generaciones. Como dice Vicente Moros, «cuando unes generaciones se producen sinergias muy positivas. Hacen falta espacios donde se puedan encontrar y que vean que no hay tantas diferencias». Resalta que a través de 'Profes por un día', se está construyendo un puente sólido entre el pasado y el futuro, fomentando el respeto, la comprensión y la armonía entregeneraciones.
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