![La 'boomer' valenciana que rompe con los mitos de la inteligencia artificial](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/06/12/ENDESA%20FUNDACION%20PREMIOS%2050-04-RehJjL6ceJwBxXgY3rSizRL-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Valery Naranjo es Catedrática de Teoría de la Señal. Universidad Politécnica de Valencia. Directora de CVBLab, área de investigación: inteligencia artificial, análisis de imagen, visión por computador, análisis de señal. Recientemente fue premiada en la V Edición de los Premios +50 Emprende, la convocatoria de emprendimiento sénior más importante de España. Esta iniciativa de Generación SAVIA, el proyecto de Fundación Endesa en colaboración con Fundación máshumano, y la productora 02:59 Films, pretende poner en valor la capacidad emprendedora y el talento de los profesionales de más de 50 años, dándoles reconocimiento y visibilidad.
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«Salió la convocatoria de los premios y gente de mi equipo me animó a presentarme. Yo no soy muy de postularme para este tipo de concursos ni nada de eso, ero lo hice y tiempo después me contactaron directamente de la Fundación diciéndome que había sido finalista y fue una alegría», explica Naranjo. El trabajo por el que se le reconoció a la experta de 52 años es fruto de una empresa que ella misma fundó y que lleva el nombre de Artikode Intelligence, ella misma describe en qué consiste: «El proyecto es una aplicación, una plataforma que está alojada en la nube, es decir, que no tienes que instalarla en ningún ordenador y sirve para analizar imágenes que llamamos gigapíxeles, que son los que ocupan muchos gigas. Esto supone que habitualmente no se pueda trabajar con ellas».
Una vez puesta sobre la mesa en qué radica su tecnología, desarrolla en qué se emplea: «Concretamente la aplicación que más desarrollada tenemos es para analizar imágenes de biopsias para ayudar a los patólogos en el diagnóstico del cáncer». Este tipo de avances no serían posibles sin el desarrollo de la inteligencia Artificial o como le gusta a ella decir: en el big data. Naranjo discurre sobre la cierta reticencia que muchas personas, sobre todo de las denominadas senior, tienen al respecto: «El otro día, justo antes de irme a Madrid para los premios, me invitaron a una mesa redonda aquí en Valencia, en la Asociación de Consumidores, precisamente para hablar sobre la Inteligencia Artificial. Todo el mundo luego me decía que le había gustado por eso, precisamente porque había roto el mito. Yo pienso que la palabra vende mucho y se ha usado, inteligencia artificial o las dos palabras son las que realmente meten miedo, porque como que va a quitar a la inteligencia natural, ¿no? En cambio, la inteligencia artificial, como lo que yo hago, que en realidad es análisis de datos, de imágenes, se viene haciendo desde hace un montón. En nuestra vida hay cosas de inteligencia artificial, o de análisis de datos, que me gusta más llamarlo a mí, o de desarrollo de algoritmos para análisis de datos, que lo tenemos en nuestras vidas desde hace un montón pero nadie le ha dado este boom hasta que no ha llegado Chat GPT. Hay que romper el mito y hay que dejarle paso, porque es como cuando la revolución industrial. Es una revolución que viene, que nos arrolla y que tenemos que darle paso y debemos aprovecharla también».
Reflexiona Naranjo sobre la incidencia que tiene para el desarrollo de las personas el impulso de este tipo de premios: «Pienso que es súper importante porque yo ya hablo de mi caso, otros casos pueden ser diferentes, pero cuando tienes un trabajo que te gusta, estas realizada, quizás cuando tienes más edad quieres estar más tranquila. No descansar porque aún te queda vida laboral a los 53 pero sí como pisar un poco el freno. Te cuesta emprender, y al final peleas y tomas la decisión y dices, oye, pero yo todo lo que he hecho, no quiero que se quede en un cajón, quiero que vaya a la sociedad, ponerlo al servicio de la sociedad, venga, voy a dar el paso, y dar ese paso es como tirarse a la piscina y es más trabajo. Yo siempre digo que a mí me pagan por investigar y por dar clases, que me encantan, entonces que se premie y te digan que tu labor vale, que te valoran. Es muy especial».
Nadie es ajeno al impacto que causa, sobre todo en las persona más jóvenes, el hecho de tener referentes. Tanto para las niñas como para las mujeres más mayores. En su trabajo como docente en la Universitat Politècnica de València y en las distintas conferencias y charlas a las que asiste, Naranjo intenta transmitir su pasión por la ciencia a través de su experiencia vital: «Eso es súper importante, lo intento hacer desde mi trabajo diario y en muchas situaciones como charlas que me han contactado para eso. Siempre lo intento hacer, porque es súper importante y porque fíjate, yo estudié ingeniería en telecomunicaciones y en mi época había más chicas que ahora. Yo doy clases,y me pregunto, pero ¿cómo es posible? Creo que en mi año incluso había como un 30% de mujeres, y ahora es que no hay ni un 10. Hay mucho trabajo qué trabajo por hacer»
Artikode Intelligence cuenta con dos líneas de negocio: «La más importante, pero la más costosa, la verdad, tanto en dinero como en tiempo, es la línea de salud, es la de análisis de biopsia. La otra línea de negocio que tiene la empresa se llama Green y está pensada para ayudar también con un bien social, en la sostenibilidad. Se puede utilizar para analizar imágenes de satélites, imágenes de drones, por ejemplo, para aplicaciones como la agricultura de precisión». Acerca de los motivos que llevan a la primera a ser más costosa, Naranjo comenta: «Para que tú puedas hacer un servicio, un software, una plataforma que ayude a los patólogos, que ayude a los clínicos, tiene que pasar muchísimos más registros y muchísimas más filtros también para el marcado, hay más regulación. Te la tienen que aprobar muchos más organismos».
En relación a esta primera línea de trabajo y cuestionada sobre cómo es trabajar con especialistas como patólogos, la experta, responde: «Fíjate que yo he trabajado antes con otros tipos de médicos, radiólogos, cirujanos, y pienso que ellos poco a poco al principio eran más reticentes pero han ido viendo que esto les puede ayudar muchísimo. Pero los patólogos son súper abiertos de mente en ese sentido. Piensa que la tarea del patólogo básicamente, bueno, entre sus muchas tareas, pero digamos que la del día a día es analizar patrones. Ellos tienen muchísimo trabajo. Con el aumento de la esperanza de vida de la sociedad, cada vez somos más mayores, es normal que cada vez tengamos más enfermedades porque llegamos a una edad que eso pasa. Entonces, tienen muchísimo trabajo, muchísimo, y no hay muchos patólogos. Entonces en un análisis tan rutinario si se les puede ayudar y que ellos pudieran pasar directamente tiempo en lo importante, por ejemplo en los distintos tipos de cánceres raros pues sería genial».
Antes de finalizar, y no sin antes darle las gracias a la Generación SAVIA y a la Fundación Endesa por el impulso de estos premios, aborda resumidamente la trayectoria que le llevó hasta su especialidad e invita a reflexionar acerca de ello: «Yo en realidad tenía la duda hasta el último momento de si iba a hacer medicina o ingeniería de telecomunicación. Y al final lo elegí pues porque, no sé, me gustaban mucho también los avances tecnológicos». Finalmente terminó trabajando también en salud: «Al final he juntado las dos cosas, por eso digo que a lo mejor el futuro, la aplicación final es distinta. Hay que transmitir estas cosas, que todo avanza muy rápido, que hay profesiones que todavía ni existen que harán falta en un futuro».
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