¡Ni hervidas, ni asadas, ni al horno!: El truco para que las castañas queden perfectas y en poco tiempo

Las castañas son el fruto seco por excelencia cuando llega el frío. De hecho, una de las estampas en los meses de otoño e invierno es ver gente paseando por las calles de la ciudad junto a un cucurucho de estas delicias asadas.

Tampoco hay casa en la que no falte una bolsa de este alimento de lo más saludable y con un alto valor nutricional, pues sirven para animar las sobremesas. Pero muchas veces cocinarlas puede resultar un tanto molesto ya que, en realidad, asar las castañas no es tan fácil como parece, ya que requiere un tiempo y una temperatura adecuados para que queden tiernas y sabrosas.

Sin embargo, existe un truco que puede ahorrar parte de este trabajo. Es fácil y sólo se necesitan dos cosas: agua y un microondas. Una vez que tengamos todo preparado, sólo queda ponernos manos a la obra.

El primer paso será, con un cuchillo y con mucho cuidado, hacer una cruz en la parte de arriba de cada una de las castañas, cortándoles la piel, y, posteriormente, las dejaremos en remojo dentro de un bol con agua. Aquí deberán estar unos 30 minutos hidratándose.

Pasado este tiempo, sacar las castañas del bol y ponerlas en un plato. A continuación, meter el plato en el microondas y calentar las castañas que previamente hemos hidratado durante dos o tres minutos, según microondas, a máxima potencia.

El último paso será sacar del microondas y pelar en caliente, para que la piel no se vuelva a pegar al fruto seco. Consumir.

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