Clara Alfonso
Valencia
Lunes, 5 de febrero 2024, 01:42
El término gaslighting, derivado de la película 'Gas Light' de 1944, describe una forma de manipulación en la que una persona, de manera sistemática, socava la realidad percibida de otra con el objetivo de hacerla dudar de su juicio, memoria o cordura. A medida que la conciencia sobre la importancia de la salud emocional crece, el gaslighting se presenta como una conducta destructiva que puede tener consecuencias significativas en la autoestima y bienestar psicológico de quienes lo experimentan.
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Según las declaraciones de la doctora Cortney S. Warren, psicóloga clínica de la Universidad de Harvard, para la BBC, el 'gaslighting' «es una tendencia muy humana. Aunque hay ocasiones en las que podemos estar 'gaseando' y no somos conscientes». Este tipo de manipulación tiende a ser gradual y se apoya en la repetición constante de mensajes diseñados para sembrar dudas en la mente de la otra persona. Cuanto más se logra hacer dudar a alguien acerca de sus propios juicios, perspectivas y recuerdos, más fuerte se vuelve el control del manipulador. Es como si construyeran su poder al hacer que la otra persona pierda la confianza en sí misma con el tiempo.
Una señal importante para detectar el 'gaslighting' es prestar atención a cómo te hace sentir lo que alguien te dice. Si experimentas inseguridad o incomodidad, «como si estuvieras empezando a dudar de ti mismo», podrías estar sufriendo esta manipulación.
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No obstante, como ser consciente de este abuso no es tarea fácil, desde la BBC recogen, con la ayuda de la psicóloga Warren, cinco frases tóxicas que suelen usar las personas manipuladoras:
1. «Estás loco» o «Estás exagerando». Cuando alguien te dice una de estas frases, básicamente te está desacreditando al sugerir que estás completamente fuera de sintonía con lo que está sucediendo. Esta afirmación busca invalidar tu perspectiva y dejarte en una posición de duda sobre tus propias percepciones.
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Si te dicen que estás demasiado sensible, están minimizando tus emociones al sugerir que estás reaccionando de manera exagerada o irracional. Esta declaración tiende a desestimar tus sentimientos legítimos.
Una posible respuesta a estas situaciones podría ser: «Puedes pensar que estoy siendo exagerado/a en este momento. Pero esta es mi realidad en este momento. Así es cómo me siento. Esto es lo que creo y esto es lo que veo».
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2. «Solo estaba bromeando».
Cuando alguien dice «Solo estaba bromeando» después de hacer un comentario hiriente, está utilizando una táctica de gaslighting para minimizar el impacto de sus palabras y evitar responsabilidad por el daño causado. Esta frase pretende restar importancia a la seriedad del comentario inicial, aunque haya sido doloroso.
Una posible respuesta a esta situación podría ser: «Puedes haber pensado que esto era una broma, pero no es divertido y realmente hirió mis sentimientos. Es importante que reconozcamos el impacto de las palabras que usamos y cómo pueden afectar a los demás. Prefiero que seamos conscientes de cómo nos comunicamos para evitar malentendidos y heridas innecesarias en el futuro».
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3. «Me hiciste hacerlo/Todo es culpa tuya».
Quien verbaliza estas frases está utilizando la táctica de culpar a otros para evadir su propia responsabilidad en sus acciones. Esta estrategia busca transferir la culpa de sus elecciones a la otra persona, generando un ambiente de manipulación y justificación de comportamientos inapropiados. En este sentido, Warren se muestra tajante: «Nunca, nunca, nunca eres responsable del comportamiento de otra persona».
Ante este ataque, es mejor no andarse con rodeos. Así que una buena respuesta sería: «Tu comportamiento es en realidad un reflejo de tus elecciones, no de las mías. Puede que haya hecho cosas que no te hicieron sentir bien, pero la forma en que actuaste es tu responsabilidad, no la mía. Como actuaste depende de ti, no de mí».
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4. «Si me quisieras, harías - o, dejarías de hacer- esto».
Otro clásico. Según al doctora, es un comportamiento muy repetido en personas que exigen «comportamientos sexuales que la pareja no quiere hacer. Es un gaslighting que está tratando de meterse con tus límites», apunta. Una buena forma de responder a ello es: «La razón por la que no estoy haciendo esto en realidad no tiene nada que ver con mi amor por ti. Esto se debe a que así es como soy y cómo quiero vivir».
5. «El verdadero problema aquí es...». La frase más utilizada para cambiar el tema y desviarte del enfoque que tú estás proponiendo. Es como un truco para distraerte, desviando la atención hacia algo diferente de lo que tú quieres discutir.
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Si detectas que estás experimentando gaslighting, es crucial tomar medidas para proteger tu bienestar emocional y mental. En este sentido, es importante que confíes en tu intuición y reconozcas la validez de tus sentimientos, no permitas que te hagan dudar de tu propia percepción. Establece límites claros y comunica de manera firme lo que estás dispuesto a tolerar en tus relaciones. La conciencia y la acción son fundamentales para contrarrestar el impacto del gaslighting y proteger tu salud mental.
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