Si dejo propina con tarjeta, ¿se la queda el camarero?

Las propinas han sido, durante mucho tiempo, una práctica común en la industria de servicios, donde los clientes tienen la oportunidad de expresar su satisfacción por un trato excepcional, dejando una cantidad de dinero extra al pagar la cuenta. Sin embargo, con la creciente popularidad de las transacciones electrónicas y el uso cada vez más extendido de las tarjetas de crédito, ha surgido una duda recurrente en la mente de muchas personas: ¿quién se queda la propina cuando se paga con tarjeta de crédito?

Hasta el momento, no existía la costumbre de dejar propina en el pago con tarjeta. De hecho, aunque se abonara la cuenta con tarjeta, la propina se dejaba en metálico. Sin embargo, la llegada de la pandemia lo ha cambiado todo.

En este contexto, hay establecimientos que no aceptan el pago de propinas por medios digitales, pero hay muchos otros que sí. Existen algunas aplicaciones de reparto que llevan integrada una función para dejar la propina a la persona que ha atendido al consumidor. Pero es un método que, sigue creando cierta desconfianza. Y la respuesta a si esa propina llega a manos del camarero es muy sencilla: depende de la buena voluntad del responsable de contabilidad del establecimiento.

Existen muchas formas para reflejar las propinas dentro de la contabilidad de una empresa, independientemente de cuál sea el método de pago. De hecho, el Tribunal Supremo se pronunció sobre ello en 2021 alegando que, en hostelería, «el empresario debe limitarse a pagar con una mano lo que previamente ha cobrado con la otra», siendo intermediario de un dinero que no le pertenece.

Los expertos laboralistas advierten, además, del peligro de que el empresario decida declarar esas propinas como ingresos del negocio antes de hacer el reparto. En caso de hacerlo y transferir más tarde dicha cantidad a sus empleados, «estaría considerada como salario», tal y como ha declarado Laura Palomares, abogada laboralista y coordinadora adjunta del Servicio de Orientación Jurídica de lo Social del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid, a La Sexta. Al considerarse como rendimientos del trabajo, deben tributar en el IRPF.

Donde no deben tributar las propinas es bajo el IVA o el Impuestos de Sociedades, solo bajo el gravamen de la renta. Dos advertencias de Hacienda que ocasionaron cierto revuelo en 2018. No obstante, dada la complejidad para controlar esas pequeñas cantidades de dinero que se dan en efectivo y que en bares y restaurantes generalmente gestionan en un bote los propios empleados, el asunto no ha ido a más, de momento.