![Fase 2: el plan del Gobierno de España cuando acabe el estado de alarma](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202004/08/media/cortadas/montero-ministra-koTH-U1008491069913xE-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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LP.ES y COLPISA
VALENCIA | MADRID
Miércoles, 8 de abril 2020
La desescalada o Fase 2, como se conoce en Italia, es el proceso por el que España empezará a salir del confinamiento, pero a fecha de hoy (8 de abril), no está claro cómo se va a hacer ni qué plazos se van a seguir. Los técnicos y científicos del Instituto Carlos III y del Ministerio de Sanidad todavía no tienen claro cuándo y cómo comenzar a desescalar el confinamiento porque -confiesan- no tienen datos fiables de hasta dónde ha llegado a afectar la pandemia a la sociedad española y, por ende, hasta dónde llega su «inmunidad comunitaria», cuestión clave para decidir las líneas a seguir a corto y medio plazo.
Lo que parece más claro del plan es que, en primer lugar, se dejará salir a las calles y plazas: que sobretodo los niños y personas mayores puedan dar paseos y que a los deportistas seler permita hacer algunas actividades en solitario o manteniendo la distancia de seguridad.
Después, todo es una incógnita de momento. Las evidencias cada vez más rotundas de que las estadísticas oficiales tanto de muertos como de contagios están extremadamente infravaloradas crean todavía más incertidumbre entre los epidemiólogos. Los científicos, cuyo criterio asegura el Gobierno haber seguido desde que comenzó la crisis, llevan días pidiendo tiempo para aventurar fechas y medidas, pero desde el Ejecutivo ya hay alguna voz que se atreve a avanzar calendarios y detalles para estupor de la comunidad científica y de sus propios compañeros de gabinete, hasta el punto de que el Gobierno tuvo que desmentirse a sí mismo.
La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró este miércoles que los ciudadanos podrán recuperar «su vida normal» a partir del próximo día 26 de abril, aunque la vuelta a la «ocupación de calles y plazas» se realizará «de manera ordenada» y «con instrucciones claras» que transmitirá el propio Ejecutivo.
Las palabras de Montero dejaron perplejos a los especialistas, que entendieron que el Ejecutivo tiene ya la determinación tomada de comenzar a suavizar las medidas el día que se cumpla la prórroga del estado de alarma, con independencia de las recomendaciones de los técnicos, que todavía no se han manifestado.
Las declaraciones de Montero recordaron a los especialistas el anuncio que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, hizo el 26 de marzo, cuando España apenas había tocado el pico y los contagiados crecían todavía a un ritmo cercano al 20% diario. Entonces, el titular de Interior vaticinó que «el 11 o 12 de abril» se podrían «alzar algunas de las medidas (de confinamiento)», algo que, por supuesto, no va a ocurrir este fin de semana, según avisan ya en Sanidad.
Montero, para enfado de los científicos, fue más allá y aventuró que los técnicos tendrán la información que necesitan la semana que viene. Nada que ver con las fechas que manejan en Sanidad. El estudio sobre la inmunidad de la sociedad española (que se basará en la realización de test rápidos a una muestra mínima de 62.400 personas, repartidas por 30.000 hogares de todo el país) comenzará la semana próxima y durará, al menos, tres semanas, según explicó el martes el ministro Salvador Illa, quien ayer , mucho más prudente que la portavoz del Ejecutivo, no quiso dar fechas ni anticipar medidas en esa desescalada durante su intervención en la comisión de Sanidad del Congreso.
«El Gobierno de España no levanta ningún confinamiento» porque «estamos en el momento duro», dijo Illa. El titular de Sanidad afirmó con contundencia que «nos equivocaríamos» haciendo «un llamamiento al relajamiento».
Y es que en Sanidad -insisten- todavía falta información para tomar o anunciar decisiones que pueden tener graves consecuencias en forma de retrocesos en la lucha de la pandemia. Las primeras conclusiones parciales y «muy provisionales» del estudio -revelaron este miércoles responsables del mismo a este periódico- no se pondrán conocer antes de la semana del 4 de mayo (como mínimo ocho días después de la fecha señalada por Montero) ya que las pruebas (tanto test rápidos como PCR) a los ciudadanos deberán repetirse a los 21 días para saber si persiste la infección en los casos en que la población haya dado positivo.
Este estudio que deberá determinar la «inmunidad colectiva» será la herramienta principal para fijar las primeras medidas de desescalada como pudieran ser dejar salir a los niños a dar pequeños paseos con un progenitor o quizás permitir ciertas salidas a practicar deporte.
El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, conocedor de las fechas de ese estudio, también pisó el freno, aun a costa de desmentir a su compañera Montero. «No hay fecha de vuelta a la normalidad. El día 26 de abril concluye la prórroga del estado de alarma, pero no quiere decir que para entonces la normalidad en el país sea la que quisiéramos», indicó Ábalos. «No sabemos cómo va estar el país desde el punto de vista sanitario el 26 de abril, que es lo que condiciona la vuelta a la normalidad», zanjó el ministro.
El director de Alertas Sanitarias tampoco quiso poner fechas. Fernando Simón admitió que «estamos terminando la fase dura», la del «confinamiento total», que era también la «fase más fácil porque se trataba solo de quedarse en casa». «Ahora habrá que ir levantando poco a poco las medidas. Es la fase más cómoda, pero también la más difícil», advirtió. «Será más complicado mantener la tensión y el distanciamiento. Hay que ser más conscientes de nuestros actos para evitar un repunte», insistió.
Comunidades como la del País Vasco han elaborado ya su propio plan para volver a la normalidad con medidas en los ámbitos sanitario, educativo, económico, social y cultural, después de que el programa nacional de recuperación propugne que se deben tener en cuenta las especificidades de las autonomías.
En Cataluña y Castilla y León apuestan por ampliar el confinamiento total, y el Govern ha llegado a sugerir una espera de 14 días de caída sostenida de contagios y muertes; mientras, el Gobierno valenciano buscará, si esta semana los datos son favorables, el inicio de la transición que no tiene por qué ser homogéneo.
Baleares quiere que el Gobierno estudie «posibilidades de desconfinamiento diferentes» para las islas dada la baja incidencia de la pandemia, y Canarias aboga por su propio plan de desescalada, adaptado a sus peculiaridades territoriales.
Desde el Gobierno extremeño quieren una relajación escalonada de las medidas del estado de alarma, pero siempre atendiendo a los criterios epidemiológicos para evitar «pasos atrás», y lo mismo opina Asturias, donde son partidarios de retomar cierta actividad económica, pero siempre garantizando la seguridad de los trabajadores.
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