j. lita
Viernes, 22 de enero 2021, 01:44
En un momento de tormenta o de lluvia torrencial la carretera siempre se convierte en un escenario de atención y peligro. Los vehículos, dependiendo de la cantidad de agua o si se trata de nieve o granizo, pueden perder adherencia en sus ruedas, además de que por momento se puede reducir la visibilidad del conductor, que podría dejar de captar la referencia con las señales y marcas de la carretera. La duda surge si ante estos episodios de lluvia que afectan a la visibilidad el conductor debería encender las luces antiniebla, por si de esta forma mejorara el campo de visión.
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Las luces antiniebla sólo están indicadas para episodio de bancos de niebla en los que la visibilidad en carretera es mínima y de esta forma se consigue que otros conductores puedan captar la presencia de vehículos en la vía. Antiguamente la luz delantera era de color amarillo y no todos los coches disponían de ella. La luz trasera de color rojo siempre ha estado presente para evitar colisiones por falta de visibilidad.
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Aprovechando esta duda perenne con el paso del tiempo, la Dirección General de Tráfico ha utilizado sus redes sociales para intentar disolver la norma sobre el uso de las luces de antiniebla. La DGT publica en su mensaje que las luces óptimas para casos de falta de visibilidad en episodios de lluvia son las de cruce y que sólo habría que activar «a no ser que se reduzca mucho la visibilidad«. El tuit prosigue avisando que si se hace habría que apagarlas »cuando ya no sean necesarias«.
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