La DGT recuerda el elemento obligatorio que deben llevar los ciclistas para evitar una multa

La circulación en bicicleta se ha convertido cada vez más habitual, especialmente en ciudades como Valencia, donde se han habilitado numerosos carriles bici para fomentar este tipo de transporte. Sin embargo, el hecho de que circulen a menor velocidad que un vehículo de motor no exime de que tengan que cumplir una serie de obligaciones en la carretera.

Una de ellas tiene que ver con las luces que han de llevar. Para empezar, tienen que estar homologadas por la Unión Europea. Además, obligan a que sean visibles a más de 300 metros. Según señala su Reglamento General de Vehículos en su artículo 22, las bicicletas tienen que tener una luz roja trasera obligatoria y una luz delantera blanca.

Su uso será obligatorio siempre que se circule de noche, en la puesta y salida del sol, en túneles o con mala visibilidad. Sin embargo, es recomendable llevarlas a cualquier hora del día. Además, la Dirección General de Tráfico indica que la trasera es la más importante para evitar los alcances por detrás.

Con respecto a las luces parpadeantes, la DGT aceptó en 2018 su uso siempre que no deslumbren al resto de usuarios de la vía, ya que ese mismo año se llegó a multar a un ciclista por llevarlas. De igual modo, otro elemento imprescindible según el reglamento es un timbre para poder avisar de su presencia.

Por tanto, no contar con alguno de estos elementos supone una multa de 80 euros, que se puede reducir a la mitad si se realiza pronto pago. Además, la sanción por no llevar el alumbrado encendido cuanto toca asciende a los 200 euros.

Por último, también es obligatorio el uso del casco siempre que se circule por vía interurbana, excepto en rampas prolongadas o condiciones de calor extremo. La sanción en este caso por no llevarlo es de 200 euros, sin pérdida de puntos ya que los ciclistas no tienen carnet.