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¿Cuál es la diferencia entre una ITV desfavorable y negativa en España?

Mediante este examen, se evalúa si los vehículos cumplen con los estándares requeridos por la ley para poder circular por carretera

Clara Alfonso

Valencia

Sábado, 16 de septiembre 2023, 20:14

La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un procedimiento regular que tiene como objetivo verificar el cumplimiento de las condiciones necesarias para la circulación de los vehículos en las vías públicas. Mediante este examen, se evalúa si los vehículos cumplen con los estándares requeridos por la ley, con el propósito de garantizar la seguridad de los ocupantes, de los demás usuarios de la vía y del medio ambiente.

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La legislación establece un calendario de inspecciones en función de la categoría de cada vehículo, con el fin de asegurar que se encuentren en óptimas condiciones para circular. Estas inspecciones periódicas son fundamentales para detectar posibles fallos o deficiencias que podrían representar un riesgo durante la conducción.

Cuando se supera con éxito la revisión, a todo conductor se le proporciona una pegatina (V-19), que debe ser colocada en la esquina superior derecha del parabrisas. No obstante, también puede darse el caso de que el vehículo no se encuentre en condiciones de seguir circulando, ya sea porque el resultado de la ITV haya sido negativo o desfavorable.

ITV desfavorable

Este resultado se da cuando se detecta un fallo grave o varios leves que podrían implicar algún riesgo para la seguridad de los usuarios en la carretera. Por ejemplo, tener un retrovisor roto o una fuga del líquido de frenos.

En este caso, existe un plazo de dos meses para reparar los defectos encontrados y se permite el trayecto del vehículo hasta el taller y el regreso hasta la nueva inspección para comprobar que se han reparado los daños. En caso de que se use el vehículo para otros fines, podrías enfrentarte a una multa de 200 euros.

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ITV negativa

El resultado de una inspección técnica es negativo cuando el vehículo presenta un fallo muy grave que supone un riesgo para la seguridad de sus ocupantes así como del resto de conductores de la carretera. En este caso, el vehículo quedará totalmente inmovilizado y solo podrá ser la grúa quien lo traslade al taller para solucionarlo y a la ITV para comprobarlo.

El plazo de reparación también es de dos meses y, de no cumplir con estas indicaciones, podrías enfrentarte a una sanción de 500 euros.

 

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