«Esto es una coacción en toda regla a las familias»

«Cuando la leí casi me da algo. Me puse histérica y empecé a enviar mensajes a otros padres». Julia es el nombre ficticio de la madre de un nuevo alumno del IES La Encantá de San Fulgencio. Afirma que prefiere no revelar su identidad para no causar problemas a su hijo, quien, en pocos meses, formará parte del centro educativo.

Su opinión sobre la carta del Departamento de Valenciano que recibió «dentro del sobre de la matrícula» y en la que se señala que quien solicite la exención del valenciano tendrá menos oportunidades en su vida académica y laboral no es nada buena: «Me parece una coacción en toda regla a las familias», explicó.

Recordó que fue su marido quien se desplazó hasta el centro para recoger el sobre de matrícula para inscribir a su hijo, quien a partir del próximo mes de septiembre cursará primero de Enseñanza Secundaria Obligatoria en este centro. «Cuando llegó a casa y la leímos nos pareció brutal», afirmó.

Además, señaló que uno de los puntos que destaca la misiva «directamente es mentira. No es cierto que, según las notas de cursos anteriores, el alumnado no exento de valenciano obtenga un 43% más de nota en lengua castellana que el alumnado que ha solicitado la exención en valenciano».

De este modo, señaló que su sensación ante esta situación es de «impotencia. ¿Cómo nos pueden coaccionar así sin preguntar siquiera a las familias?» Además, y en opinión de esta madre, la carta no causará adhesiones, sino que va a provocar «el efecto contrario y hará que haya más personas que vayan a solicitar la exención». Matizó que ella ya tenía decidido solicitarla «por estar en desacuerdo con la ley de plurilingüismo» que impulsa el gobierno de la Generalitat con el conseller Vicent Marzá al frente del área de Educación.

Con respecto a la redacción y los términos usados en el escrito dirigido a las familias «conozco a padres que son partidarios de la enseñanza en valenciano que, pese a ello, discrepan con las formas utilizadas. Hay otras maneras de explicar las cosas«. Así, cree que se podría haber usado un tono más pedagógico y positivo y no el amenazador.

Además, Julia tiene la duda de si debe solicitar la exención ahora o el próximo mes de septiembre: «No lo tenemos claro, y aunque nos dicen que en septiembre sí se podrá, no lo sabemos seguro. A lo mejor no se puede ya. Pero no lo sabemos».

Según la denuncia facilitada por la Asociación Hablamos Español -y como ya publicóLAS PROVINCIAS-, la carta señala que si no se estudia valenciano el alumno tendrá perjuicios como que carecerá «del requisito administrativo mínimo para desarrollar la función pública en las administraciones de la Comunidad Valenciana, Cataluña y Murcia». Además, «no podrá competir en igualdad de condiciones con sus compañeros/as en la empresa privada».

Además, también se advierte de que, aunque se quede exento del valenciano, el alumno en cuestión «trabajará del mismo modo que lo hacen sus compañeros/as de clase, hará los mismos deberes y trabajos que el resto, comprará los mismos libros de texto y leerá las mismas lecturas obligatorias».

Julia resumió esta controversia diciendo que «la gente se ha escandalizado bastante porque éstas no son maneras de hacer las cosas».

Desde la conselleria de Educación ya señalaron el viernes que esta carta se enmarcaba en la autonomía de cada centro a la hora de comunicarse con las familias y recordaron que el mismo texto llevaba enviándose desde el año 2013, cuando lo creó el equipo directivo al mando del instituto en ese momento.