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Europa Press
Viernes, 17 de mayo 2024, 16:46
El Ministerio de Sanidad ha activado este jueves el Plan Nacional de Acciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud, que estará vigente hasta el próximo 30 de septiembre y que, como novedad, introduce un sistema de alertas por zonas más preciso.
Además, se introduce un criterio de flexibilidad que permite la extensión del Plan hasta el próximo 15 de octubre. El objetivo del mismo es reducir el impacto sobre la salud de la población del exceso de temperatura, especialmente en los grupos de riesgo o más vulnerables, como personas mayores, mujeres gestantes, menores y personas con enfermedades crónicas, así como en aquellos colectivos que desempeñan su trabajo o realizan esfuerzos al aire libre.
Una de las actuaciones prioritarias del Plan es la de alertar a las autoridades sanitarias y a la ciudadanía con la suficiente antelación de posibles situaciones de riesgo. Para ello, el Ministerio de Sanidad facilitará diariamente a las comunidades autónomas las predicciones de temperaturas máximas elaboradas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), así como los niveles de riesgo sanitario por altas temperaturas.
El Plan define para cada zona territorial un umbral de temperatura de impacto en salud a partir del cual se ha observado una relación estadística significativa entre mortalidad y calor.
Cada día, el Ministerio de Sanidad establece un nivel de riesgo diario para cada zona territorial en función de la diferencia entre las temperaturas predichas por AEMET para ese día y los dos días siguientes y el umbral de temperatura en impacto en salud.
Existen cuatro niveles de riesgo: nivel 0 (verde), de ausencia de riesgo; nivel 1 (amarillo), de bajo riesgo; nivel 2 (naranja), de riesgo medio, y nivel 3 (rojo), de alto riesgo. En función de los mismos, Sanidad y CCAA toman medidas acordes de comunicación y prevención del riesgo.
Para minimizar los daños que las personas pueden sufrir, desde el Ministerio de Sanidad se insiste en un decálogo de recomendaciones generales.
Bebe agua y líquidos con frecuencia, aunque no sientas sed y con independencia de la actividad física que realice.
Evita las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas, ya que pueden favorecer la deshidratación.
Aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con el calor, presta especial atención a: bebés y menores, lactantes y mujeres gestantes, así como personas mayores o con enfermedades que puedan agravarse con el calor (como las enfermedades cardiacas, renales, diabetes, hipertensión, obesidad, cáncer, patologías que dificultan la movilidad, demencia y otras enfermedades mentales, así como el abuso de drogas o alcohol).
Permanece el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refréscate cada vez que lo necesite.
Procura reducir la actividad física y evitar realizar deportes al aire libre en las horas centrales del día.
Usa ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
Nunca dejes ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a personas menores de edad, mayores o con enfermedades crónicas).
Consulta a tu profesional sanitario ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.
Mantén tus medicinas en un lugar fresco; el calor puede alterar su composición y sus efectos.
Haz comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.).
La principal novedad del Plan en 2024 es la introducción de la Zona Meteoalerta utilizada por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) como nivel territorial para los avisos de calor extremo, que complementa al nivel provincial utilizado en planes anteriores. Así, se contabilizan un total de 182 zonas de meteosalud, frente a las 52 privinciales.
El cálculo de los nuevos umbrales por zona meteoalerta ha sido realizado por el Grupo de Investigación en Cambio Climático Salud y Medio Ambiente Urbano, del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Los avisos por calor extremo a nivel de zona Meteoalerta estarán disponibles a partir del 3 de junio.
Para ello, esta unidad del ISCIII ha realizado un estudio epidemiológico donde se establecen las temperaturas umbrales de impacto en la mortalidad por olas de calor según zonas de meteosalud.
Este estudio analiza la serie temporal desde el 1 de enero de 2009 al 31 de diciembre de 2018, basando la definición de zonas de meteosalud en las zonas de meteoalerta definidas por AEMET.
Estas son zonas determinadas por AEMET con fines de predicción meteorológica con similares climatologías de fenómenos meteorológicos adversos (FMA) y, por tanto, pueden ser consideradas áreas de territorio homogéneas desde un punto de vista climatológico en cuanto al comportamiento de las temperaturas diarias.
Por ejemplo, en la costa de Cádiz, el umbral de temperaturas altas se sitúa en los 34,7ºC, si bien en la campiña gaditana este asciende a los 38,8ºC, más de cuatro grados centígrados más. En cambio, en el sistema por provincias, el nivel de riesgo de Cádiz --para toda la provincia-- es de 39,6ºC.
Más llamativo es el caso de Lugo, donde en A Mariña (al norte) la alerta se desencadena a partir de los 25,5ºC, pero, en la zona sur de la provincia, el umbral se ubica en los 37,1ºC, casi 10ºC más.
Así las cosas, en la costa asturiana, el nivel de alerta se activa en los 23,9ºC. En cambio, en otras zonas de España, como en la Sierra Norte de Sevilla, el riesgo comienza en los 40ºC.
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