El insólito método de un camarero para insultar a una clienta a través del ticket en un restaurante de Valencia

Que Valencia es uno de los lugares de la gastronomía española donde mejor se come es algo más que evidente. No hace falta decir que su plato estrella es la paella y su principal protagonista es el arroz. Pero la cocina valenciana también destaca por otros platos que hacen las delicias de los paladares españoles y extranjeros.

Una sensación que seguramente no debió tener una joven tras visitar un restaurante valenciano la semana pasada. Y ya no solo por el servicio, algo que puede ser subjetivo, sino por la «agradable» sorpresa que le esperaba al recibir el ticket de la cuenta de la comida. Ella misma se ha encargado de difundirlo a través de las redes sociales con una denuncia que ha sido compartida también por la popular cuenta de Twitter, @soycamarero, quien ha calificado la situación de «lamentable».

El conflicto se originó a raiz de la comanda, cuando uno de los comensales, que era vegetariano, pidió que su plato de pasta no llevara carne. Algo que trasladaron al camarero de turno para que cumpliera con las indicaciones pertinentes. A pesar de ello, parece que la calidad de los diferentes platos dejó algo que desear: «15 euros por un plato de puré de patatas con huevos, torreznos y trufa rallada. ¿Veis la trufa? Yo tampoco», ha indicado la denunciante en redes con unas imágenes en las que muestra los distintos platos.

A su vez, el principal de «Spaguetti boscaiola» tampoco cumplió con las expectativas. «Los espaguetis que inicialmente había pedido mi amiga eran de champiñones con queso sin carne, resulta que ese plato estaba fuera de carta», explicó la joven a través de su cuenta de Instagram.

«Nadie nos lo ha dicho y sin consultar han sacado esto, espaguetis con tomate sin más, que pretendían cobrarnos al precio de los otros cuando esto, sinceramente... Tienen mejor pinta los que hago yo en mi casa», ha concluido en sus stories la joven.

En un giro de los acontecimientos, cuando parecía que todo se quedaría ahí, una sorpresa vendría al solicitar la cuenta. El ticket incluía los habituales comentarios que el personal de sala deja a los compañeros de cocina sobre la preparación de las diferentes elaboraciones. Sin embargo, en el espacio reservado al plato de espaguetis, el camarero había ido más allá y había adjuntado la frase: «Sin carne para la rompebolas».

Pese al percance, parece ser que las clientes no recibieron ninguna disculpa antes de abandonar el establecimiento.

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