La joven que ha rechazado una herencia de 4.200 millones de euros: «No quiero ser tan rica»

Hay quienes esperan heredar como si fuera agua de mayo y después está el caso de Marlene Engelhorn, una joven de Viena que iba a recibir una herencia valorada, ni más ni menos, en 4.200 millones de euros. Ella, al contrario de los que habría hecho casi el 99% del resto de humanos, ha rechazado ese dinero por un motivo muy simple: «No quiero ser tan rica». Marlene ya no es que haya dicho 'no' a la fortuna familiar, sino que busca que otros jóvenes llamados a heredar millones y millones de euros también se sumen a su causa en busca de «más justicia social».

Marlene estudia literatura en la capital de Austria y relata que nunca ha tenido problemas para vivir, que en su familia no faltó el dinero, ni pasó apuros. El origen de la herencia está en su abuela, que ocupa la posición 687 de la lista Forbes de personas más ricas. La fortuna familiar se generó por ser fundadores de la empresa química BASF. Es más dicha mercantil presentó en 2021 ingresos por valor de 78.000 millones de euros.

Pero la joven de 29 años no quiere seguir esa vida, no quiere «ser tan rica» gracias a un dinero que «yo no he trabajado». Así justifica la joven que haya rechazado los 4.200 millones de euros que debería recibir. «No debería ser mi decisión qué hacer con el dinero de mi familia», señalaba Marlene Engelhorn.

Pero el papel de la joven no se ha limitado a renegar de la fortuna familiar porque no es responsable de la misma, sino que además indica que «no necesito dinero» y que su necesidad es que «haya más justicia social», así como que si aceptara dicha fortuna iba a necesitar «mucho tiempo para gestionar mi patrimonio».

Así que Marlene ha dicho 'no' a recibir una de las mayores herencias de la historia. Ella misma lo ha confirmado ante los medios locales. Marlene ha tomado una decisión difícil de entender visto desde la distancia. Cualquiera habría aceptado una fortuna de tal nivel que le habría solventado la vertiente económica de la vida. La joven lucha para que su decisión la sigan muchos más herederos de grandísimas fortunas, para así poder formalizar la «redistribución de la riqueza». Imposible saber si cundirá el ejemplo a otros futuros ricos, pero Marlene ha abierto el camino.

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