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El kit del opositor LP
El kit básico para empezar a estudiar oposiciones

El kit básico para empezar a estudiar oposiciones

Los opositores se enfrentan a sus primeras decisiones: elegir academia o preparador, encontrar un método de estudio y formar su set de papelería

M. Hortelano

Valencia

Miércoles, 1 de marzo 2023, 00:47

Uno de los primeros gestos que un futuro opositor llevará a cabo para entrar en ese club de nuevos estudiantes seguro que será teclear en un buscador las cuatro palabras mágicas. 'Cómo aprobar una oposición'. Sin embargo, dar el primer paso para opositar no es siempre sencillo porque conlleva todo un proceso administrativo con el que muchas personas no están familiarizadas, y el universo de opciones es casi infinitivo. De hecho, estudiar y aprobar una oposición puede llegar a tener connotaciones negativas si no nos hemos informado bien de cosas tan sencillas como dónde podemos obtener la plaza, las funciones que desempeñaremos, o qué formación y peculiaridades requiere cada prueba. «A veces, la gente se lanza sin saber dónde puede acabar, o la tarea que va a suponer esa plaza, y cuando saca la plaza la situación no es la esperada», avisa Clara Torrijos, la CEO de Gokoan, una startup valenciana especializada en preparación de oposiciones.

Pero, informarse de cómo apuntarse es sólo el primer paso de la entrada en el mundo de la Administración donde, al fin y al cabo, quieren encontrar un empleo. Algo tan sencillo como leer bien la convocatoria o ayudarse de alguien que esté familiarizado con este mundo. La paciencia es, desde el primer momento, uno de los valores que todos los expertos en la materia señalan como una de las condiciones que más se van a cultivar. Y es que desde que un Gobierno planifica una Oferta de Empleo Público (OEP) hasta que la culmina, pueden pasar años. Y eso ahora, con la tasa de reposición ya completa en buena parte de los procesos, que permite reemplazar las bajas o jubilaciones.

Lo primero que tiene que suceder para que una oposición salga adelante es que el Ejecutivo nacional, autonómico o local consigne en sus presupuestos una partida para el crecimiento de las plazas públicas que convocará ese año. Una vez ahí, convoca la Oferta Pública de Empleo, que no es más que una declaración de intenciones de los planes que la Administración tiene para conformar su plantilla. Después, y siempre mediante el Diario Oficial (DOGV o BOE) se publican las convocatorias de cada proceso. Es decir, el documento en el que se estipulan cosas tan concretas como el número de plazas, el temario que se necesitará preparar o el tipo de prueba que se utilizará para examinar a quienes decidan optar al proceso. Eso, y la fecha de los exámenes, el momento crucial de todo proceso. A partir de ahí, unos meses después, se llevará a cabo esa prueba, se corregirá y se adjudicarán las plazas. Entre la publicación de la OEP y el examen no pueden pasar, en teoría, más de dos años.

¿Cuánto cuesta empezar a ser opositor?

Con la convocatoria del proceso ya publicada en los diarios oficiales, los aspirantes deberán apuntarse en el plazo establecido, que suele ser de unos 20 días hábiles. Ahí comienzan los problemas para distinguir entre días hábiles y naturales. Hoy en día, casi todo el proceso está digitalizado, por lo que tener el certificado y la firma digital al día puede ahorrar a quienes opositan más de un disgusto. Pero, si no, las oficinas de atención al público de los organismos públicos siguen siendo un valor refugio para poder completar estos trámites.

Uno de los primeros pasos para poder entrar en el proceso es pagar las tasas de examen fijadas por cada convocatoria, que suelen rondar los 20 euros de media. Cantidades, en todo caso, asequibles para quienes dan el paso de dedicar una gran parte de su tiempo a estudiar para un examen. El precio, en cualquier caso, está reflejado en la convocatoria.

Las tasas son sólo el primer gasto al que harán frente los opositores. Aunque, al menos, es un pago único. El siguiente, y uno de los más importantes para ellos, es el de buscar academia, aplicación o preparador. Ahí el gasto se sigue incrementando, porque los costes suelen ser mensuales, dependiendo del tipo de servicio contratado. La opción más cara es la de los preparadores, que suelen ser personas que ya han pasado por una oposición y dan clases particulares a los nuevos aspirantes. Un punto a favor es la personalización del servicio, pero por contra, no genera sentimiento de pertenencia a un colectivo y se pierde la relación con otros opositores. Aunque menos, también hay preparadores que ayudan a los estudiantes de manera altruista, o webs en las que se dan trucos o consejos de manera gratuita. Pero lo habitual es pasar por caja.

Si nos decantamos por una academia, podemos encontrar formatos muy distintos y precios dispares. El importe suele oscilar entre los 90 y 180 euros mensuales. Encontraremos desde la clásica que ofrece temarios y clases presenciales durante todo el proceso de estudio, a otras, online, que abaratan el servicio. Una buena academia depende del prestigio a la hora de conseguir aprobados, las opiniones de otros alumnos o de la calidad del temario o el método elegido.

Clara Torrijos, CEO de Gokoan LP

Pero, como tercera opción, también hay soluciones más innovadoras, como la de la startup valenciana GoKoan, una aplicación de estudio que genera itinerarios personalizados de aprendizaje para cada opositor. Su fundadora, Clara Torrijos, ideó el método mientras se preparaba unas pruebas para acceder a un puesto de empleada pública como psicóloga. «Cuando me encontré todo el proceso, algo me hizo click», nos cuenta. Así que usó su propia experiencia para trazar el perfil del opositor, que curiosamente coincidía con su situación. Mujer, joven y con trabajo. Así que vio una oportunidad en el mercado para lanzarse. «Quería flexibilidad y acompañamiento», dice.

Así que montó una plataforma online en la que hay que introducir unos datos muy básicos para enrolarse en una oposición. Fecha objetivo para aprobar, nivel al que optas y tiempo del que dispones para estudiar. Con apenas esos datos, y siguiendo criterios pedagógicos, el algoritmo de GoKoan diseña un plan de estudios en el que ya trabajan 12 personas. Además. actualizan cada mañana cualquier cambio de temario, cada vez que el BOE u otro boletín publica una modificación de una ley, reglamento o norma. El modelo es como el de una plataforma audiovisual. Pagas una suscripción y te puedes borrar cuando quieras. Así se han convertido en la app más moderna de España, con sello valenciano. De hecho, aparte de que a su método lo avalan los resultados y los premios, Clara lo probó con una colaboración con la Universidad Polítécnica de Valencia donde 200 alumnos estudiaron con un método tradicional y el GoKoan y los resultados fueron favorables a su proyecto.

¿Cómo se estudia una oposición?

Internet se ha convertido en un gran cajón de contenidos sobre cómo opositar, una vez se ha tomado la decisión de volver a estudiar. Desde canciones para memorizar cosas tan inamovibles como la Constitución a técnicas de estudio para afrontar por primera vez la vuelta a los apuntes. Sobre todo para algo tan cambiante como las leyes, que son el principal temario sobre el que gira toda la prueba. De ahí que cada persona busque su propio método para aprender normativa con la que la inmensa mayoría no están familiarizados. Por eso hay un extenso catálogo de métodos que se adaptan a casi todas las personalidades. Del pomodoro, al Feynman, pasando por los 'palacios de memoria'. Te explicamos algunos de los más utilizados en este vídeo. Dale al play.

Las redes como terapia colectiva

Sólo hace falta poner la etiqueta #oposiciones en una red como Instagram para ver la magnitud de las publicaciones que se generan (655.000 post). Las cifras se disparan si donde buscamos es en TikTok, donde la misma palabra clave acumula vídeos con 374 millones de visualizaciones. En las publicaciones se habla de errores de principiante, de cómo memorizar, de qué horarios son los mejores para rendir más, de qué pruebas son las más fáciles para ganar una plaza o del desánimo que supone estar metido en una vorágine de apuntes, fichas y leyes. Pero también se hace comunidad en torno a los mismos exámenes, los mismos dramas y las mismas rutinas. Por hablar, se habla hasta de las mejores listas de reproducción para estudiar. «Es importante que esas canciones no tengan letra», avisa Clara Torrijos.

¿Qué lleva el kit del opositor principiante?

Si hiciéramos un repaso por las mesas de quienes llevan tiempo estudiando oposiciones encontraríamos elementos comunes que no pueden faltar para preparar las pruebas. En el kit básico del opositor no pueden faltar bolígrafos para elaborar los apuntes, subrayadores de distintos colores, bolis de distintas tintas, fichas para hacer esquemas o repasos, un calendario, señaladores de colores para identificar dónde están los temas, y tapones para evitar el ruido o auriculares para escuchar música. Tampoco ropa cómoda, agua y un reloj o temporizador para irnos marcando los tiempos de estudio y descanso. Ah, y una taza, casi siempre con mensajes motivadores. Pero, de todo esto, hablaremos de manera más concreta en la próxima entrega.

¿Música para estudiar o silencio?

Cada persona es un mundo a la hora de enfrentarse a las tareas que realiza en su día a día. Para concentrarse, hay quienes prefieren escuchar música de un tipo determinado o quienes optan por el silencio. Pero, a la hora de afrontar un proceso tan largo como el de una oposición, si optamos por estudiar con música, es importante conocer cuáles son las mejores melodías para mantener nuestro cerebro activado. De hecho, podemos incorporar la música de distintas maneras. Desde tenerla de fondo, como una especie de hilo musical, a escuchar siempre las mismas canciones para los mismos temas para fijarlas a esa parte del estudio.

Pero, la música no sirve sólo para acompañar en el estudio. También ha surgido como técnica para memorizar algunas normas que permanecen sin cambios, como es el caso de la Constitución. Y como prueba, la versión karaoke de la Carta Magna para opositores que hicieron desde opositores.net con el esquema completo para poder memorizarlo a ritmo de reaggeton.

El ciclo de las oposiciones

Este reportaje forma parte de una serie sobre los procesos de oposición y su influencia directa sobre la vida de miles de personas. En LAS PROVINCIAS analizaremos cómo se vive la preparación de los exámenes, la elección de los puestos, los métodos de estudio o los cambios en la vida de quienes se deciden embarcar en un proceso tan complicado como alentador.

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