![¿Es legal que mis vecinos hagan ruido durante la hora de la siesta?](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/08/23/siesta-kn9H-U2201043761697D8F-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
![¿Es legal que mis vecinos hagan ruido durante la hora de la siesta?](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/08/23/siesta-kn9H-U2201043761697D8F-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Cuando se vive en una comunidad o con edificios muy cerca, los ruidos son uno de los principales problemas que suelen surgir entre vecinos. Según el último estudio del INE, el 21,9% de la población confesó sufrir problemas de ruidos producidos por vecinos o provenientes del exterior.
Respetar las horas de descanso es esencial para una buena convivencia con los vecinos. Algunos sonidos molestos, como el del aire acondicionado o la lavadora, están limitados por la Ley del Ruido en las horas nocturas, pero ¿qué pasa con la siesta?
Según lo que establece dicha ley, el horario para poder hacer cualquier tipo de ruido en las viviencias suele estar limitado entre las 22 y las 08.00 horas del día siguiente, para garantizar así las horas de descanso nocturnas. En esta franja horarios los decibelios permitidos se reducen y suelen rondar entre los 25 y 30.
No obstante, cabe destacar que los horarios y niveles permitidos de ruido varían según cada municipio, franja horaria e incluso las estancias, por lo que conviene consultar cuál es el horario específico según el lugar de residencia.
En lo que respecta a la hora de la siesta -uno de los mayores placeres para los españoles-, la mayoría de localidades no establece limitaciones al respecto, por lo que los vecinos podrán realizar cualquier tipo de ruido siempre y cuando esté dentro de los 35 y 45 decibelios permitidos a lo largo del día (de 08.00 a 22.00 horas), dependiendo de la localidad.
Sin embargo, siempre hay excepciones, ya que en ciudades como Sevilla, las demoliciones -ya sea de tabiques o de muros interiores- y de todo tipo de operaciones de mantenimiento casero que preciden de herramientas que generen ruido tendrán que concentrase entre las 08.00 y las 15.00 horas y entre las 17.00 y las 21.00 horas, dejando libre de ruidos las horas de la siesta.
¿Qué se puede hacer cuando los inquilinos del piso de arriba, estudiantes universitarios, montan una fiesta multitudinaria cada vez que terminan los exámenes? ¿Y si al de la puerta de al lado, pianista retirado, le da por montar una academia en casa? ¿Y con ese vecino insomne que pone altísimo el televisor y te parece estar en su casa?
Desde la OCU ofrecen una serie de consejos para solventar el ruido en tu comunidad de propietarios:
- Por las buenas: Intenta de forma amistosa que su vecino deje de hacer ruido.
- Al presidente de la comunidad: Si la vía amistosa no funciona, dirígete al presidente de la comunidad de propietarios para que requiera la cesación inmediata de la actividad que produce el ruido molesto. La Ley de la Propiedad Horizontal establece en su artículo 7 que el presidente, a iniciativa propia o de los propietarios (o inquilinos) afectados, requerirá a quien realice las actividades prohibidas su inmediata cesación.
- La comunidad presenta una demanda: Si el problema continúa, el presidente puede convocar una junta de propietarios en la que se autorice la presentación de una demanda contra el propietario ruidoso (o, en su caso, contra el inquilino). Si la sentencia es estimatoria, además de la cesación inmediata de la actividad podría exigirse una indemnización por daños (tratamiento médico, baja laboral, etc.) y privar del derecho al uso de la vivienda o local por un periodo de hasta 3 años (y el fin del contrato si es inquilino).
En este caso, sería interesante comprobar que se están sobrepasando los niveles máximos de ruido a través de una denuncia a la policía, que hará mediciones, o encargando un peritaje a una empresa especializada para que tenga valor ante un juez. En la demanda conviene incluir a todos los residentes en la vivienda, ya que cuando hay indemnización se concede por cada afectado. También resulta práctico asociar a otros perjudicados para que la demanda tenga más fuerza. Si la comunidad se negase a actuar, podrías ir tú mismo a los tribunales, o mejor aún, encargárselo a tu seguro de hogar si tiene la cobertura de reclamación de daños.
¿La puerta del garaje del edificio de enfrente chirría de forma exagerada? ¿Los servicios de limpieza municipal no te dejan dormir, porque pasan de madrugada o a primera hora de la mañana? ¿Sufres los ruidos de una terraza cercana, oyendo risas y conversaciones como si estuvieran en tu casa? ¿En el bar de debajo de tu casa suena música a todas horas?
Seguro que no eres el único que sufre estos ruidos, y para tratar de solucionarlo, lo mejor es mantenerse unidos: en este caso lo de «la unión hace la fuerza» es una gran verdad. Habla con tus vecinos y trata de solucionarlo como colectivo. Se podría implicar al presidente de la comunidad de propietarios para que en representación de los afectados solicite al responsable del ruido que tome medidas para solucionarlo:
- Vía amistosa: Lo primero es hablar con el causante del ruido para pedirle de forma cordial que deje de hacerlo.
- Vía administrativa: Si amablemente no se consigue nada, presenta una denuncia administrativa. En función de la urgencia, pon una denuncia en el ayuntamiento o llama directamente a la policía municipal. Si resulta que el número de decibelios supera el permitido, se abrirá un expediente contra el responsable, a quien podrán sancionar y exigir medidas correctoras.
- Vía judicial:En caso de que la actividad molesta continúe, podrías demandar al responsable. Las mediciones realizadas por la policía o por un perito son fundamentales. Debe valorarse con un abogado el mejor modo de lograr que cese la molestia y que le indemnicen por el daño. A veces cabe la vía penal.
Cuando el responsable del ruido es el propio ayuntamiento, la forma de actuar ha de ser más imaginativa y cuestionar, por ejemplo, que si el ruido que hace la barredora está dentro de lo permitido tal vez sea porque los límites en su ciudad son demasiado permisivos. Una campaña con recogida de firmas a través de plataformas y denuncias en redes sociales puede ser de gran ayuda para que se baje el nivel de ruido tolerable o, al menos, cambien a barredoras más silenciosas.
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