M.P.
Viernes, 18 de noviembre 2022, 01:24
La naturaleza nos sorprende, en muchas ocasiones, con casualidades que nos dejan completamente impresionados. Un ejemplo de ello es la raza de gato bengalí, que existe gracias a uno de esos azares de la vida. Y es que este minino, que se ha puesto de moda en los últimos años, no es más que el cruce de un gato doméstico y una hembra de gato leopardo asiático.
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Entre las características principales de esta curiosa 'mezcla' destaca la inteligencia y el físico fuerte y salvaje que hereda del gato leopardo asiático y el carácter dócil, sociable y familiar de los gatos domésticos. Además, no necesita licencia especial para su tenencia y se puede conseguir en España, ya que se trata de una raza felina reconocida por todas las asociaciones internacionales.
El origen de este cruce nos transporta a Estados Unidos en 1963, donde la experta en genética Jean Mill realizó un primer experimento cruzando un gato leopardo asiático y uno doméstico. Aunque anteriormente a esta fecha ya se elaboraron otros intentos de conseguir esta raza híbrida, el de Mill resultó ser más llamativo ya que consiguió que prevaleciera la raza de leopardo a nivel morfológico.
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Sin embargo, no fue hasta 1983 cuando la raza se consolidó y las crías ya se desarrollaban de forma uniforme, con una apariencia y un temperamento similar, siempre manteniendo el aspecto de tigre pero con el comportamiento de un gato doméstico.
En la actualidad, la raza bengalí es una de las más populares del mundo y destaca por tener un físico atlético y musculoso, además de ser de gran tamaño y llegar a pesar hasta los 7 kilos. A pesar de su corpulencia, sus cabezas guardan una proporción más pequeña a lo que acostumbramos ver en gatos domésticos. Sus ojos, notablemente grandes, son de colores claros (azules o verdes, generalmente).
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Su pelaje también puede resultar muy atractivo, ya que se asemeja al de los leopardos. Suelen ser moteados o atigrados, y pueden presentar diferentes tonos; anaranjado o dorado. Muestran rosetas grandes y manchas, con las patas delanteras a rayas y el vientre de color claro, como sus antepasados.
Según su pelaje existen 4 tipos de gato bengalí:
- Marbeled (amarmolados)
- Potted (moteado)
- Sparbled (indefinido)
- Aunque también hay gatos bengalíes blancos. Estos últimos cuentan con un gen albino y su manto puede mostrar un tono blanco perlado, crema o crudo. Se consideran la rara avis de la raza y su belleza es muy especial.
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Un gato bengalí no es nada barato si se compara con otras razas. En España, se pueden encontrar desde 1.300 hasta 3.800 euros, incluso más. Todo depende de la edad, el sexo, el linaje y, por supuesto, del criador.
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