M.P.
Martes, 28 de diciembre 2021, 01:37
Los gatos necesitan entretenerse cuando están en casa y cualquier objeto casero se puede convertir en un juguete para ellos. Durante ese momento de esparcimiento, los felinos combaten el aburrimiento, potencian su instinto cazador y ejercitan su cuerpo y su mente.
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Entre todos estos juegos destaca el ovillo de lana, que puede proporcionarles horas y horas de diversión, sin embargo puede acarrear un gran riesgo para su salud.
Y es que, este 'juguete' casero es uno de los objetos que puede resultar potenciosamente peligroso para el minino.
Según explica Consumer, si durante el juego el animal mordisquea la lana e ingiere fibras puede atragantarse, lo que se aprecia al instante porque intentará vomitar para deshacerse de los hilillos que han quedado atrapados en su tráquea. En estos casos, desde el portal aconsejan contactar de inmediato con el veterinario para saber cómo actuar «ya que, por las características de la lengua del felino, será imposible que escupa por sí mismo la lana».
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Lo más habitual, continuan, es que cuando un gato come accidentalmente un trozo de lana se la trague, quedando alojada en alguna parte de su tracto digestivo: esófago, estómago o intestino. «Frecuentemente un cabo del hilo queda atascado a la salida del estómago, mientras que el otro se extiende por el intestino, con lo que empieza a enrollarse. En estos casos la actuación del médico es imprescindible para salvar la vida del animal», explican.
Además de los atragantamientos y problemas estomacales, «el ovillo al devanarse puede envolverse alrededor del cuello del gato provocándole un ahogamiento o enrollarse entre las patas, haciendo que tropiece y caiga», apuntan.
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Desde Consumer comparten un listado con todos los juguetes que resultan peligrosos para nuestros gatos. Son los siguientes:
- Trocitos de hilo, cuerdas pequeñas o gomas de pelo. «Como ocurre con la lana, pueden ser tragados por el gato durante el juego y quedar atascados en el estómago o el intestino del animal», indican.
- Plumas de las aves. «Algunos juguetes que venden en las tiendas especializadas incorporan plumas de aves para estimular el instinto cazador del gato. Puedes utilizar estos objetos pero siempre controlando que el minino no muerda ni ingiera las plumas», advierten.
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- Tapones de los oídos. «Son pequeños, suaves, blandos y se enganchan con facilidad a las garras: los tapones que usamos los humanos para minimizar el ruido exterior son maravillosos para el juego del gato. Vigila al minino ya que los perseguirá durante el juego para atraparlos y puede tragarlos accidentalmente», explican.
- Peluches. «Si tienen botones, trozos textiles o distintas texturas el gato experimentará hasta el agotamiento. Sin embargo también son peligrosos porque pueden romperse, terminando los fragmentos en el estómago del animal».
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- Bolsas de plástico. «¡La de juego que le da a un gato! Se meten dentro, se esconden, las lanzan al aire y las mordisquean… Puedes dejarle experimentar, pero supervisa que no trague ningún pedazo de plástico», escriben desde Consumer.
- Punteros láser. «Perseguir una luz que no para quieta por la casa es súper divertido para algunos gatos. Los punteros láser pueden entretener largo tiempo al felino, pero ten cuidado con apuntar hacia la piel o a los ojos del animal, podrías dañarle».
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