El motivo por el que tu gato no reconoce tu cara

Vivir con un gato en casa es toda una responsabilidad. Las mascotas son unos compañeros fieles, leales y que nos acompañan durante buena parte de nuestra vida. No obstante, requieren atención, cuidado y comprensión. Los dueños de los felinos pueden corroborarlo. Estos animales tienen muchas manías y tenemos que adaptarnos a ellas para que la convivencia funcione bien.

A veces, sin saberlo, cometemos errores con nuestras mascotas, como por ejemplo, dormir con ellos. En ocasiones nos apetece acurrucarnos con nuestro gato, pero no deberíamos acostumbrarnos a esta práctica, ya que nuestro ciclo de sueño puede verse alterado. Además, aunque no seamos alérgicos a los gatos en un principio, llevarnóslos a la cama puede descencadenar en una serie de enfermedades respiratorias.

Y es que los gatos son animales de lo más especiales. Tienen un comportamiento único y, a veces, misterioso. Una prueba de ello es el momento del baño, que se convierte en toda una lucha entre el dueño y el animal. Los felinos detestan mojarse, porque se sienten incómodos, nerviosos e indefensos.

A diferencia de los perros, los gatos no necesitan pasear por la calle, puesto que detestan salirse de su zona de confort. Además, no son animales sociables por lo que no tienen la necesidad de relacionarse con gatos desconocidos. Algunas veces huyen de nosotros y se muestran de lo más ariscos y otras, en cambio, nos persiguen a todas las partes de la casa a donde vamos, incluso hasta el baño.

Lo que más sorprende de los felinos es que tienen una especie de sexto sentido. Pueden saber si va a caer una tormenta, son capaces de saber en qué habitación estás sin verte y también predicen cuándo alguien está cerca de morir.

Los gatos son aparentemente independientes y ariscos, pero llegan a formar un vínculo de lo más especial con sus dueños y son capaces de reconocerlos de entre todos los estímulos externos. No obstante, si pensabas que tu mascota puede identificarte por tu aspecto, tu color de pelo o tu forma de vestir, no es así. Los felinos no nos reconocen por la vista, precisamente, sino por el olor o el tono de la voz.

Aunque su sentido de la vista sea superior al de los humanos (tienen mayor campo de visión y una excelente visibilidad nocturna), aprecian en menor rango que nosotros los colores. Por este motivo, no puedan reconocernos simplemente por la vista ni tampoco identificar los rostros de las personas.

En cambio, los gatos tienen un sentido del oido muy desarrollado y pueden crear una huella digital de los humanos con los que más se relacionan. Aunque no puedan reconocer nuestro rostro, sí pueden reconocer nuestra voz y el tono con el que nos dirigimos a ellos. También pueden saber más de nosotros por nuestra forma de andar y a través de los sonidos de nuestros pasos.

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