B. S.
Jueves, 27 de enero 2022, 01:24
Tener una mascota en casa conlleva una gran responsabilidad. Eso sí, las dosis de amor y compañía que se recibe de ella vale la pena. Los dueños de los gatos pueden dar fe de ello. Tener uno en casa requiere paciencia y comprensión. Los felinos tienen muchas manías y tenemos que adaptarnos a ellas para que la convivencia funcione bien.
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A veces, sin saberlo, cometemos errores con nuestras mascotas, como por ejemplo, dormir con ellos. En ocasiones nos apetece acurrucarnos con nuestro gato, pero no deberíamos acostumbrarnos a esta práctica, ya que nuestro ciclo de sueño puede verse alterado. Además, aunque no seamos alérgicos a los gatos en un principio, llevarnóslos a la cama puede descencadenar en una serie de enfermedades respiratorias.
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Y es que los gatos son animales de lo más especiales. Tienen un comportamiento único y, a veces, misterioso. Una prueba de ello es el momento del baño, que se convierte en toda una lucha entre el dueño y el animal. Los felinos detestan mojarse, porque se sienten incómodos, nerviosos e indefensos.
A diferencia de los perros, los gatos no necesitan pasear por la calle, puesto que detestan salirse de su zona de confort. Además, no son animales sociables por lo que no tienen la necesidad de relacionarse con gatos desconocidos. Algunas veces huyen de nosotros y se muestran de lo más ariscos y otras, en cambio, nos persiguen a todas las partes de la casa a donde vamos, incluso hasta el baño.
Lo que más sorprende de los felinos es que tienen una especie de sexto sentido. Pueden saber si va a caer una tormenta, son capaces de saber en qué habitación estás sin verte y también predicen cuándo alguien está cerca de morir.
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Otra de las peculiaridades de los felinos, que puede llegar, incluso, a alarmanos, es el bufido. No es una reacción, simplemente. Se trata de un mensaje que nos dan a través de su lenguaje particular.
Los gatos bufan y gruñen cuando se sienten perturbados, amenazados o fuera de control. Sólo lo hacen cuando sienten la presencia de algún problema. Muchas veces, incluso se lo hacen a sus propios dueños, aunque no representen una amenaza real. Es la forma que tiene tu gato de pedirte que no te acerques en ese momento y que te mantengas en una posición alerta como él.
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El principal motivo por el que los gatos bufan es para advertir que algo no les está gustando o que se que sienten infelices. En ese momento, lo mejor es que te mantengas alejado aunque tu reacción sea acercarte a él, porque puedes salir añadido o mordido.
Los felinos son animales de lo más territoriales. Puede que también esté avisando que el lugar donde se encuentra es su espacio y que cualquiera que se acerque a él deberá hacerlo con respeto, respetando los límites.
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