l. b.
Jueves, 20 de enero 2022, 01:41
A diferencia de los perros, conocidos por ser compañeros fieles y obedientes, los gatos tienden a asociarse con un carácter más independiente. Es frecuente que aunque tengamos a estos felinos como mascotas, ellos nos «ignoren» a menudo (aunque lo cierto es que muestran su amor de forma distinta a otros animales).
Publicidad
No obstante, también es posible adiestrar a un gato para que haga pequeños trucos y obedezca órdenes para sentarse, ponerse a dos patas o hacerse el muerto, entre otros. Si bien es cierto que es más complicado amaestrar a un felino que a un perro, es cuestión de paciencia y buenas técnicas.
Más sobre gatos
Estos son algunos trucos para adiestrar a tu gato en casa:
Para enseñar a un gato a obedecer, es imprescindible usar un refuerzo positivo, como un premio. Así, cuando el animal se comporte como queremos, le damos esta pequeña recompensa.
Pero es recomendable utilizar, además, un «premio especial» que sólo podrá obtener durante las sesiones de entrenamiento. Por ejemplo, en vez de darle una bolita de pienso o una caricia, que podría tener en otro momento, le podemos premiar con comida húmeda o un trocito de carne o pescado.
Los gatos se estimulan fácilmente, pero también pierden el interés de forma rápida. Por eso, es positivo que la sesión de entrenamiento sea corta, de forma que el animal mantenga un nivel de atención alto durante todo el tiempo que dure.
Publicidad
De esta forma, cuando notes que tu gato se aburre, no le insistas y vuelve a intentarlo al día siguiente. Una buena opción es practicar todos los días con tu gato durante 15 minutos.
Noticia Relacionada
Una herramienta muy útil para el adiestramiento es el «clicker», un pequeño artefacto muy sencillo que, al presionarlo', hace un ruido de «clic». Se utiliza para comunicar al animal que lo está haciendo bien. Por eso, para empezar a utilizarlo, haz «clic» al mismo tiempo que le das un premio al gato, y entenderá que este sonido forma parte del refuerzo positivo.
Un error común es coger al gato y «forzarlo» a adoptar la postura que queremos, ya sea sentado, tumbado u otra. Esto, lejos de enseñarle lo que debe hacer, incomoda al animal.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.